Alejandro G. Iñárritu habla de las marcas que le dejó la partida de su hijo

A propósito de su éxito con la película ' Bardo', Alejandro González Iñárritu le concedió una entrevista a Jorge Ramos donde habló de varios aspectos de su carrera, y sorprendentemente de algunos otros de su vida personal.

Como suele suceder en este tipo de entrevistas, la conversación se dirigió hacia uno de los aspectos más íntimos del cineasta, quien sin tapujos contó uno de los episodios más dolorosos de su vida: la muerte de su hijo Luciano. Sin tapujos, reveló que la partida del pequeño significó para él una de las marcas emocionales más grandes hasta ahora.

Todo ocurrió en 1996, cuando él y su esposa María Hagerman le dieron la bienvenida a su hijo de manera normal, pero días después de nacer, el pequeño padeció una fuerte infección respiratoria que terminó por arrebatarle la vida.

“ Los que pierden padres son huérfanos, los que perdemos un hijo no hay palabra para nombrar eso (...) Es algo que nos marcó a María y a mí muy jóvenes y te das cuenta de la fragilidad de la vida”, dijo.

El artista de 59 años explicó que a pesar de los años, el dolor permanece de alguna manera, y reconoce que tardó mucho en asimilar esta experiencia: "25 años ya pasaron desde que nuestro hijo Luciano, se llamaba Luciano, falleció. La belleza, su origen, es la herida. En la herida está el origen de la belleza y yo creo que es ahí el refugio en donde nos vamos a proteger".

Tras la confidencia tan emotiva, Iñarritú insistió en que las personas que experimentan pérdidas tan grandes consideran natural que la gente que aman se vaya, y es algo que permanece siempre vivo en la memoria.