¿Qué pasará con la herencia que le dejó Joan Sebastian a Julián Figueroa?
En 2015, tras la muerte de Joan Sebastian, Julián Figueroa tomó posesión de ‘Las Palmas’, un rancho ubicado en Cuernavaca, Morelos que se ha hecho famoso porque antes perteneció al papá de Salma Hayek y porque está valorado en cerca de 200 millones de pesos, pues es una propiedad muy grande, tanto, que en algún momento Julián aseguró que le costaba mucho mantener ese patrimonio e incluso llegó a pensar en venderlo.
Sin embargo, con el paso del tiempo, Julián trabajó mucho para sostener la propiedad, que a partir de la pandemia de Covid-19 puso en renta a través de la plataforma de alojamientos Airbnb, y por el que cobraban de 13 a 17 mil pesos por un fin de semana de viernes a domingo.
Es verdad que además de esta propiedad y algunos relojes muy significativos, Julián nunca habló abiertamente de la herencia de Joan, pues hasta el día de hoy, ocho años después de la muerte del ‘Rey del jaripeo’, su herencia sigue en medio de polémicas y disputas entre sus hijos, pues no existió una repartición de bienes clara y hay controversia, y según declaró su hija Juliana Figueroa, en el conteo de la herencia legal hay propiedades ocultas y cuentas opacas con las regalías, los contratos de la disquera y las grabaciones inéditas de su papá, por lo que nada ha sido formalmente repartido.
Con esto como antecedente, además de lo que Julián trabajó por sí mismo y logró obtener, queda en duda lo que sucederá con la parte de la herencia que le correspondía a Julian de parte de su padre, pues aún existe el patrimonio estimado en 40 millones de dólares, incluidas 51 propiedades y regalías, que ahora tendrán que repartirse entre los hijos que sobreviven.
Bajo este contexto y a pesar de los pleitos legales, cabe remarcar que Julián mantenía muy buena relación con hermanos y hermanas, por lo que más allá de padecer su ausencia, no sería raro que velen porque aquello que correspondía a su hermano llegue a manos de su pequeño sobrino, José Julián, hijo de Julián de apenas 5 años, y de su viuda, Imelda Garza-Tuñón, así como de Maribel, quien mantiene muy buena relación con los hijos y la viuda de su exesposo.