Danielle Dithurbide
Periodismo, polémica y nuevos comienzos
Danielle Dithurbide abrió las puertas de su hogar para hablar sobre su vida, y las altas y bajas de su carrera en el periodismo

El 11 de septiembre del 2001, mientras 2 aviones se estrellaban contra las torres gemelas de Nueva York, una joven Danielle Dithurbide estaba en la escuela, castigada en la dirección.
En la televisión de la directora observaba lo que parecía ser un atentado terrorista.
“Fue ese día, en quinto de prepa, cuando decidí que me tenía que dedicar al periodismo”, admite.
“Moría de ganas de ir a Nueva York y después, moría de ganas de ir a Afganistán cuando declararon la guerra”.
Y es que los temas de problemática social y política son los que más apasionan a Danielle, quien conducirá, en abril, el nuevo programa de periodismo de investigación, Crónicas de Impacto, que se transmitirá por Unicable.
Por ejemplo, el reportaje que hizo sobre la trata de mujeres en comunidades indígenas del sureste del País, “La ruta del silencio”, y por el cual obtuvo el Premio Nacional de Periodismo, es su favorito.
“Es un reportaje que me costó meses hacer; empieza en las comunidades indígenas del sureste del País, donde encontré historias de chavas a las que sus papás vendían por una caguama”, cuenta.
Siguió la ruta de las niñas y jóvenes compradas, casi siempre, por traficantes de personas, dice.
Esa ruta la llevó a Tenancingo, Tlaxcala, donde encontró que más del 80 por ciento de la población se dedica a ser “padrote”.
“Le pregunté a un niño de unos 8 años que estaba en un columpio que a qué se quería dedicar cuando fuera grande y me dijo que quería ser padrote, porque su papá y su abuelito lo habían sido”, recuerda.
Sobre esta línea, Danielle explica que su mejor versión como periodista es cuando está en las calles reporteando.
“Puedo no comer, no ir al baño, no tomar agua, no dormir, y se me olvida”, dice.
“Deseo que todos vivan algo con tanta pasión como yo vivo esa parte de mi trabajo; me olvido de todo cuando estoy reporteando”.
Tal fue el caso en el sismo del 19 de septiembre del 2017, que sacudió a la CDMX; la periodista cubrió durante días la tragedia del Colegio Enrique Rébsamen.
“El sismo fue un martes y no regresé a mi casa hasta el domingo”, asegura.
Danielle se vio involucrada en el supuesto rescate de una niña llamada Frida Sofía que, más adelante, se descubrió que no existía; la población reaccionó con gran indignación, especialmente contra los reporteros.
Sin embargo, no está claro cómo se originó la historia de la niña que supuestamente seguía sepultada entre los escombros.
“Por supuesto que la polémica con la confusión, o lo que haya sido, fue muy duro” admite, Danielle.
“Es muy duro sentirte bajo el escrutinio de la gente y saber la crudeza con la que te pueden juzgar sin saber lo que ha pasado; sin conocerte”.
Por otro lado, también recuerda las muestras de cariño y admiración de muchas otras personas.
“La siguiente semana fui al super y una señora me vio y me dio un abrazo como de mamá, y me dijo que me quería comprar comida porque sabía que llevaba días sin comer”.
Una psicóloga que acudió al Rébsamen, cuenta, fue específicamente para acercarse con ella y preguntare si necesitaba ayuda.
“Fue una mezcla de sentimientos que ni siquiera alcanzo a dimensionar”, expresa.
Danielle estudió una combinación de historia y periodismo, y esta es la razón por la cual la cautivó Crónicas de Impacto.
“Cuando pasan cosas como el sismo, lo vemos en todos lados, hablamos de eso por días, y después se nos olvida por completo”, dice.
“Olvidamos que detrás de esa noticia había una familia sufriendo y que probablemente va a sufrir por siempre, o alguien que pide justicia y, al olvidarlo, se queda ahí en un expediente al que nadie le hace caso”.
Como bien dice cualquier historiador, recordar ayuda a no cometer los errores del pasado. Y, ella, comparte esta visión.
“El poder retomar los hechos; volver a darles voz a las víctimas, para lograr una reacción de las autoridades -en el mejor de los casos- pero, también, para recordar y no repetir”.