Esto respondió Galilea Montijo cuando su hijo le preguntó sobre Cuauhtémoc Blanco
Hace más de 17 años que Galilea Montijo y el exfutbolista Cuauhtémoc Blanco protagonizaron uno de los romances más mediáticos de México. Y es que después de especulaciones sobre la supuesta relación, ella lo confirmó cuando participaba en el reality Big Brother Vip, que era uno de los programas más vistos de la televisión.
Al final, cuando Galilea resultó ganadora del reality, el futbolista se presentó para felicitarla y así todo el mundo presenció el inicio del escandaloso romance que terminó oficialmente en 2005 entre rumores de infidelidad por parte del futbolista.
A partir de la ruptura, Galilea ha preferido mantenerse callada sobre los detalles de esta relación, que incluso ha dicho prefiere no recordar. Sin embargo, en un episodio de Netas Divinas, al hablar de las canciones que les han dedicado algunos ex, la conductora de Hoy recordó que su historia de amor quedó plasmada en la canción ‘Traficando rimas’ de Cartel de Santa que al principio no le hacía mucha gracia, pero que con el tiempo ha aprendido a tomar con humor.
Al revelar la anécdota de la canción, la conductora contó cómo le presentó esa canción a su hijo Mateo, quien después de escuchar el fragmento que habla de ella le preguntó " Mamá ¿quién es Cuauhtémoc?" Ante la incomodidad del momento, ella asegura que prefirió evadir la respuesta y fue entonces que su esposo, Fernando Reina salió al rescate, respondiendo a su hijo que algún día le contaría al respecto de este personaje.
Para terminar la chistosa e incómoda anécdota, Montijo explicó que el colmo es que su hijo Mateo es muy fan del América, equipo del que formó parte el ahora gobernador de Morelos.
Esta no es la primera vez que Galilea vive un momento bochornoso en televisión a causa de esta relación, y es que cabe recordar que hace un par de años, durante una transmisión de ‘Quién es la máscara’, Juanpa Zurita le recriminó “no saber” quién era Cuauhtémoc Blanco cuando ella fingió no conocerlo, y hasta lo imitó de manera chistosa, sin saber que estaba cometiendo una indiscreción.