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Estos famosos estuvieron a punto de morir por cirugías mal hechas
La vanidad y los charlatanes los pusieron en grave peligro; algunos aún sufren fuertes complicaciones de salud
Por:
Editorial Televisa.
Sin revelar la fecha exacta, Consuelo Duval confesó en julio del año pasado que tuvo una muy mala experiencia al operarse con un médico recomendado por otras famosas como Kate del Castillo y Bárbara Mori. Ella fue para arreglarse un “defecto del vientre”, pero la operación le dejó una gran cicatriz que la dejó traumada. “No pues se le acabó la piel y le quedó del nabo, pero he aprendido a amar mi cicatriz”, dijo en Netas Divinas. Además, relató que el mismo doctor le puso unos implantes de seno que se tuvo que quitar al poco tiempo por mala calidad, y le tuvieron que reconstruir los senos con su propio músculo.
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En 2009, Alejandra Guzmán recurrió a Valentina Albornoz, quien le inyectó metil metacrilato que se le encarnó en el músculo y por la que casi muere. Hasta enero de 2019, la cantante seguía padeciendo las duras consecuencias de haberse sometido a un tratamiento para aumentar el tamaño de los glúteos 10 años antes. Tras casi 30 cirugías, la cantante ha podido recuperarse.
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Paola Durante se inyectó polímeros en los glúteos en 2008, al poco tiempo tuvo síntomas que incluyeron dolores y heridas profundas de las que se dio cuenta por el caso de Alejandra Guzmán. Paola tuvo que ir a Colombia a que la operaran de emergencia porque se estaba muriendo con las heridas en estado de putrefacción. La modelo y actriz reveló que tuvo que someterse a cirugías por más de 10 años para recuperar su cuerpo.
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Fher Olvera, vocalista de Maná, casi se muere durante una cirugía estética. "Casi se muere porque le cortaron una vena. El doctor cortó una vena que no debía y le hicieron unos tres cortes, creo, en la garganta, se estaba desangrando, tuvieron que parar la operación", contó su exesposa Mónica Noguera en 2018. En septiembre del 2019, Noguera dijo que los abogados de su exmarido y su manager le pidieron que no volviera a tocar el tema.
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La carrera política y deportiva de Jorge Kahwagi ha sido opacada por la atención mediática que le han traído sus múltiples cirugías. La transición de Jorge ha sido drástica pues los cambios no sólo han sido en la cara, sino que en su cuerpo se ha visto el trabajo del bisturí con grandes pectorales y músculos en los brazos. Una fuente cercana a Kahwagi habló de la reciente peritonitis que padeció y por la que casi pierde la vida. Según contó, el médico le pidió cambiar su estilo de vida, entre excesos y el abuso de cirugías si quería seguir viviendo (...) los médicos le recomiendan que se retire los implantes de pecho porque le dificultan respirar”.
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Lucha Villa lleva más de 20 años padeciendo los estragos de una liposucción por la que casi muere. En agosto de 1997, Villa se sometió a la operación con la que quería quitarse grasa del abdomen, brazos y piernas, y que la dejó en coma por dos semanas. La falta de oxígeno en el cerebro le provocó una parálisis parcial que hizo que perdiera el habla y con ello toda posibilidad de volver a cantar. Aunque ha habido noticias falsas de su muerte, se le ha visto en buenas condiciones de salud, a pesar de usar silla de ruedas permanente.
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Lucila Mariscal se sometió a una liposucción en 1998, pero el procedimiento fue mal hecho y tras extraerle 15 litros de grasa y tenerla 10 horas sedada en el quirófano, sus heridas se infectaron y perdió un seno, además de que le causó anemia en tercer grado. La actriz contó que después de muchas terapias, tratamientos y un intento de suicidio, salió de la depresión a través de la religión pues se volvió testigo de Jehová. A finales del año pasado, denunció maltrato por parte de su nieto, Andrei Hernández, quien la despojó de sus bienes y la echó a la calle.
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A Lyn May un tratamiento de belleza con el que le inyectaron aceite de bebé y aceite para coches le cambió el rostro por completo y la mantuvo delicada de salud. “Sigo arrepentida… hubo un momento que me quería matar”, confesó la actriz a un programa de televisión donde además contó que se ponía a llorar al ver su rostro lleno de bolas. Después de esa etapa, acudió a cirujanos que le ayudaron a mejorar su salud y el aspecto de su rostro.
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Marichelo Puente estuvo en grave peligro en 2016 al someterse a un tratamiento estético donde le inyectaron su propia sangre en el rostro. La hermana de Anahí contó a una revista que una fuerte infección en la cara la llevó al hospital y que de no llegar a tiempo pudo haber sufrido un paro cardiorrespiratorio o un derrame cerebral.
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