La inesperada dieta del Príncipe Felipe que ha hecho que cumpla casi 100 años

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Tanto Felipe como la Reina Isabel II han sorprendido por mantenerse tan bien todo este tiempo

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Falta poco menos de tres meses para que el Príncipe Felipe, Duque de Edimburgo, cumpla 100 años. Y tanto él como su esposa, la Reina Isabel II son los dos monarcas más longevos de la historia del mundo. Así que como es de esperarse, además de intuir sus altos cuidados médicos, causa curiosidad saber algunas cosas cómo cuál es su dieta y su rutina de ejercicios para haber llegado hasta este punto de la vida lo más sanos posibles.

En específico de Felipe, quien a pesar de los años y de lo que se sabe de su dieta y su rutina mínima de ejercicios, sorprende que tiene algunos hábitos que pudieran parecer poco saludables pero lo han mantenido sin sobrepeso, caminando sin ayuda y sin ningún tipo de enfermedad crónica degenerativa.

Según el diario de recetas de Charles Oliver, quien fue chef principal de la familia real, a Felipe le gusta comer y comer bien, especialmente cuando se trata del desayuno y la cena.

“El desayuno y los snacks de cena son sus especialidades. A donde sea que vaya, insiste en llevar su sartén eléctrico con tapa de vidrio para que pueda cocinar. Para el desayuno prepara tocino, huevos y salchichas. Son sus materiales básicos, aunque también cocina hígados y omelettes”, se puede leer en el libro Dinner at Buckingham Palace.

Los gustos del Duque se adjudican a su infancia en Francia y Alemania, aunque los huevos son un clásico del Reino Unido. Eso sí, destaca que por las noches, hasta hace algunos años, él cocinaba los snacks de la cena y era conocido por hacer unos buenos huevitos revueltos, pescado eglefino ahumado y hongos salteados en mantequilla, platos rápidos y prácticos de hacer en el famoso sartén eléctrico que le gustaba llevar a todos sus viajes.

Dadas sus condiciones de salud, más ahora que se sabe que recientemente fue atendido por un problema cardíaco, no asombra del todo saber que ama también la mantequilla y que prefiere un buen pedazo de tocino que un platón de fruta o verdura. Sin embargo, no se puede negar que para sus 99 años, él está lo mejor que se puede en términos de salud, y que soportar cualquier intervención hospitalaria requiere de una fortaleza construida con los años y los hábitos.

Junto con su dieta, según se dice, Felipe llevó siempre una vida dedicada al ejercicio, especialmente a algunos deportes de poco esfuerzo pero de mucha resistencia como la pesca o la caminata.

Felipe fue un gran militar, así que ahí también hay un poco de disciplina impuesta, por lo que no sería raro que el plan de ejercicios de 12 minutos que se supone que siguió desde su juventud, haciendo estiramientos, sentadillas y lagartijas, haya sido un factor determinante para evitarle las dolencias de la edad.

Hasta el 15 de marzo, Felipe estuvo en el hospital internado de manera preventiva por una infección de la que poco se sabe y una intervención cardíaca. Por lo demás, ahí sigue, vivo y autónomo, esperando llegar a los 100.