¿Qué le pasa al cuerpo durante el embarazo?
El 14 de marzo Camila Fernández se convirtió en mamá. La hija de Alejandro Fernández anunció que después de meses muy complicados con su salud, por fin había nacido Cayetana Barba Fernández, la pequeña que procreó con su esposo Francisco Barba.
El nacimiento de Cayetana fue un acontecimiento especial, pues durante los primeros meses de embarazo, Camila lidió con la constante preocupación de sufrir un aborto por el desprendimiento de placenta y una operación de la vesícula. Desde el principio muchas cosas estuvieron mal con su cuerpo:
“De la nada comencé a sangrar muchísimo al rojo vivo. Fue un desprendimiento de placenta. Fueron dolores que me dieron como contracciones tempranas por las piedras en la vesícula y tuve la placenta baja”, dijo a un programa de espectáculos.
Las noticias sobre este embarazo problemático han despertado muchas dudas, pues pareciera que en una joven de 23 años con buena salud y atención médica, no tendrían por qué existir complicaciones. Pero cada cuerpo es diferente y hay muchos factores que hacen que los cuerpos de las mujeres y personas gestantes reaccionen de maneras distintas ante un embarazo.
Al respecto, Unicable consultó con el Dr. José Luis García Benavides, ginecobstetra y perinatólogo del Instituto Nacional de Perinatología en la Ciudad de México sobre los mitos y realidades de lo que sucede y cómo cambia el cuerpo en el embarazo.
Uno de los miedos más comunes en las madres primerizas es el crecimiento de los senos y su inevitable caída. El Dr. Benavides explica que esto no es una constante en todos los cuerpos. El crecimiento de las mamas comienza a verse a partir del sexto mes de embarazo por una hormona llamada prolactina, que es la que prepara a los senos para la producción de leche. El aumento de senos hasta una talla es normal, pero al terminar la lactancia lo más común es que vuelvan a su tamaño normal y pasado un tiempo, recuperen su forma natural.
La Organización Mundial de la Salud recomienda tener hijos antes de los 34 para estar fuera del rango de embarazos de alto riesgo. Después de esta edad, la hipertensión, preeclampsia y diabetes gestacional son algunas de las complicaciones más comunes y que provocan un embarazo difícil.
Aunque nada está escrito, dice el ginecobstetra, quien nos aclara que aún más importante que la edad, están la atención médica preventiva y una vida sana en general.
Otro de los más grandes temores de algunas mujeres está el atrofiarse los dientes con los vómitos de los primeros meses, sin embargo esto es un mito, según Benavides, quien detalla que los vómitos no tienen nada que ver con la condición de los dientes, pero que es verdad que el ph de la boca en el embarazo cambia a alcalino, lo que provoca que haya más proliferación de caries, por lo que es recomendable que se recurra a tratamientos de flúor como protección extra.
Sobre el crecimiento del pelo y las uñas y la creencia de que crecen más rápido, esto tampoco es verdad, pues no se ha comprobado la asociación de ninguna hormona en el embarazo con el crecimiento de uñas y pelo. Al contrario, a veces la escasez de hierro hace que el pelo se pueda caer.
Por otro lado, la debilidad visual sí es cierta, pues según el experto hay un crecimiento de la hipófisis (glándula de la base del cerebro que produce hormonas) que se recarga sobre el nervio óptico y por ello sí puede haber descontroles en las dioptrías de los ojos, o sea, en la capacidad de poder distinguir los objetos pero es transitorio, lo que significa que después del embarazo todo vuelve a la normalidad con la vista.
¿El embarazo es un peligro para el cuerpo aunque se trate de un gestación sana?
“No necesariamente. Eso depende de los factores de riesgo de cada paciente. Un embarazo es un estado que requiere de mayor energía y un mejor funcionamiento del cuerpo, requiere que la mayoría de los órganos estén en buen estado pero si estos no están bien es ahí cuando se facilita que aparezcan los padecimientos”, dice Benavides.
La recomendación del especialista es que haya consultas incluso de preconcepción para que los médicos identifiquen factores de riesgo y tratarlos de inmediato para aminorarlos o desaparecerlos. La obesidad, la hipertensión y la diabetes son constantes en el embarazo, por lo menos en México, así que es importante verificar que no haya algún factor que complique la salud.
La muerte materna sigue siendo un tema de atención en México, donde hasta el 2019 se calculó en 31.2 muertes por 100 mil nacimientos, cifra que según la Secretaría de Salud aumentó un 30% en pandemia por Covid-19. Es decir que desde el primer caso del virus en México y todo el 2020 se contaron 613 muertes de mujeres en parto y los grupos más afectados fueron los de niñas de entre 10 y 14 años y mujeres entre 30 y 34 años.
Conservar la vida de las mujeres en el embarazo sigue siendo un tema pendiente en el país, bajo este contexto asuntos como los cuidados para reducir las estrías o recuperar el peso ganado parecen menores, pero ningún cuidado está de más. Una maternidad, además de deseada, tiene como derecho ser sana.