Natalia Téllez revela si atraviesa por depresión posparto
Durante el más reciente episodio de Netas Divinas, las conductoras del talk-show femenino debatieron un tema sumamente importante no solo para las mujeres, sino para el público en general; la importancia del bienestar emocional y la erradicación de estigmas y mitos sobre la salud mental.
Sobre ello, Galilea Montijo fue la primera en confesar que atravesó por un momento muy duro tras el alumbramiento de su hijo, hace 10 años, luego de ser diagnosticada con depresión postparto. La presentadora compartió su experiencia y cómo terminó por acudir en busca de ayuda profesional para curar el trastorno, mientras que aprovechó para preguntar a Natalia Téllez si ella ha experimentado ese tipo de depresión tras el embarazo, a lo que Nat dijo "no estar segura".
"Lo que siento en una misma hora, o hasta 20 minutos, la alegría y la felicidad más infinita, y después el infierno, y el miedo, y el terror más profundo, pero en un lapso de tiempo que, digo esto no es normal", confesó Natalia, reconociendo que no le parece "normal" estos cambios emocionales tan intensos y drásticos en tan poco tiempo.
Supongo que eso es depresión postparto, para mí, porque no es todo el tiempo en esa oscuridad, sino como chispazos de luz y después oscuridad, muy radicales.
Sus compañeras de panel confirmaron a la recién mamá de 35 años que, posiblemente, si pueda tratarse de síntomas de una depresión posparto, aunque también se llegó a la conclusión de que cada mujer y persona lo experimenta de manera distintas.
Galilea Montijo: su experiencia con medicamento tras una depresión posparto
La conductora de televisión abrió su corazón para revelar que cuando dio a luz a su hijo, Mateo Reina Montijo, se vio con la necesidad de buscar ayuda psiquiátrica con el fin de curar la depresión postparto que sufrió: "Al tercer día que llego con Mateo, a la casa, yo me quedo (paralizada) y digo: 'Ok, ahora, ¿qué se hace?', y es ahí cuando empecé a (sufrir): '¿por qué todo mundo duerme y yo no puedo dormir?'. Yo sentía que los edificios se me venían encima, y empecé a ver la vida blanco y negro".
La también actriz relató que tras tener a su hijo en Estados Unidos, no tuvo acceso a dicho tratamiento, por lo que al llegar a México su ginecólogo la atendió y recetó: "El primer día, se los juro, en ese momento, comencé a ver de colores, así lo platico siempre".