Angelina Jolie demanda a Brad Pitt por causarle daños financieros
Desde el anuncio de su divorcio en 2016, el pleito entre Angelina Jolie y Brad Pitt ha ido creciendo. Y es que ya no sólo se trata de las acusaciones de supuesto maltrato, de lidiar mal con las adicciones del actor y de la que parece una interminable pelea por la custodia de sus hijos, sino también las dificultades que se han puesto en sus negocios.
El primero en denunciar problemas con los negocios en común fue Brad Pitt, quien en febrero de este año dijo que Angelina vendió sin su consentimiento parte del Château Miraval, en la provenza francesa. Y es que la pareja adquirió unos viñedos y la finca donde se casaron, mucho antes de su boda en 2014, y ahora parece que Angelina la vendió sin avisarle a su exmarido.
Brad afirma que cuando ambos adquirieron la propiedad, acordaron que ninguno de los dos vendería su parte sin consultar al otro, sin embargo ella vendió su parte a un empresario ruso sin avisarle. El actor asegura además que ella lo acusó ante las autoridades de bloquear la venta de sus viñedos, con lo que consiguió el permiso de un juez para poder tomar decisiones financieras sobre sus propiedades sin respetar los acuerdos previos.
Con esto como antecedente, es ahora ella quien lo está demandando por 250 millones de dólares por los daños supuestamente causados en relación a los negocios de producción de vino que ambos compartían en Francia, según informó la cadena de noticias CNN.
En esta contrademanda presentada Jolie, ella acusa a su exesposo de “librar una guerra vengativa contra ella” y de “secuestrar” el control del lucrativo negocio de bodegas que una vez compartieron.
Según se ha dicho en la guerra de declaraciones de los abogados, Angelina y Brad compraron la finca en 2008 por 25 millones de euros, con la intención de vivir y criar a sus hijos en la propiedad donde pretendían hacer crecer el negocio familiar de vinos. Pero años más tarde, incluso después del divorcio de los actores, Brad convirtió el viñedo en uno de los principales productores de vino rosado del mundo y en un negocio multimillonario, por lo que sus abogados afirman que la actriz no ha contribuido en nada a este lucrativo negocio y ahora sólo quiere beneficiarse de los activos de la compañía.