Belinda: una muestra de que no se necesita acabar la secundaria para ser millonaria

Sí sí, en México como en muchos otros lugares del mundo se piensa que estudiar es la única manera de empezar a lograr el éxito. Puede que para muchos lo sea, pero hay quien ha demostrado que invertir tiempo en el salón de clases es un desperdicio.

Prejuicios aparte, Belinda es una buena muestra de que no se necesita un montón de títulos académicos para ser exitosa y, sobre todo, millonaria. Y es que según se rumora, ella sólo llegó hasta cuarto de primaria con tres cursos. Pero no lo hizo en vano, pues habría que recordar que a los 10 años ella ya estaba grabando su primera telenovela en México, Amigos x Siempre.

Cabe mencionar que en el caso de Belinda, la escuela no le significaba ascenso social ni estabilidad económica, pues ella nació en el seno de una familia con los recursos suficientes para hacerla estudiar donde quisiera. Pero a pesar de esa facilidad, la decisión de ella y su familia (su papá y mamá manejaron su carrera por años) fue hacerla dedicarse de lleno a perfeccionarse en la actuación y el canto.

Aunque Belinda ha declarado que sí llegó a ir a la secundaria e intentó hacer la prepa en casa pero no la concluyó, las especulaciones sobre su formación académica siguen. De ser así, ella no es la primera ni la única famosa que está en estas condiciones escolares, hay varios como Luis Miguel, Paulina Rubio y hasta el mismísimo Juan Gabriel, que no terminaron sus estudios por dedicarse a sus carreras artísticas con mucho éxito.

Pero que haya, o no, terminado ni la primaria y secundaria, no implica que Belinda sea menos lista o no sepa cosas, ella ha demostrado ser buena con los idiomas y con los negocios, pues según MetroLatam, ella posee un patrimonio de 185 millones de dólares porque ha invertido en bienes raíces, cosméticos y acciones de varios negocios.

El hecho entonces es un mero dato curioso pues aquí se juntan un montón de factores socioculturales. Ella tuvo todo para tener éxito aún sin estudiar altos grados académicos y así lo aprovechó. Cada caso es distinto. Eso sí, la formación académica no lo es todo, aunque a algunos les ayuda mucho.