Famosas alzan la voz para terminar con la violencia contra las mujeres
La violencia doméstica no tiene caducidad ni distingue clase social, económica o raza. Así que no es raro saber que incluso las más empoderadas y famosas han tenido malas experiencias bajo las garras del machismo.
En México hay muchas historias a través de los años, ahí están los testimonios de Kate del Castillo, Merle Uribe, Niurka Marcos, Jennifer López, Karla Souza, Fabiola Campomanes, Nailea Norvind y la más reciente Stephanie Valenzuela, por mencionar algunas.
En el marco de este 25 de noviembre, día internacional de la no violencia contra la mujer, recordamos a aquellas famosas que han levantado la voz para que la violencia de género termine.
Desde sus primeras apariciones ante los medios, después de su nominación al Oscar, Yalitza Aparicio ha dejado muy claras sus prioridades respecto de los temas que le interesa hacer visibles. Uno de los más constantes, además de la revaloración del trabajo doméstico, es ponerle fin a la violencia de género, sobre todo en lo que concierne a las oportunidades educativas y laborales para las mujeres.
“Existen lugares en el país donde se cree que por ser mujer no se es capaz de ocupar un puesto y seguir estudiando y que sólo se vino al mundo a tener hijos", declaró.
Por otro lado, Ninel Conde ha hecho pública la relación tóxica que mantenía con su exmarido Giovanni Medina, con quien actualmente sostiene una pelea legal por la custodia de su pequeño hijo Emmanuel. Incluso hace unos días se filtraron unas fotos donde se le ven marcas en la cara y brazos. Aunque no dio explicaciones de las imágenes, dijo que “todo caerá por su propio peso”.
La lista es larga y lamentable, pues la violencia no debe ser tolerada en ninguna de sus formas. Y es justo bajo esta premisa que existe algo llamado 16 Días de activismo contra la violencia de género, una campaña de Naciones Unidas que pone atención en temas urgentes para las mujeres del mundo como: las brechas económicas, de servicios esenciales para las sobrevivientes de violencia durante la crisis de la COVID-19, y la prevención para salvar vidas de mujeres y niñas en situaciones extremas de violencia.