Martha Higareda ve fantasmas. Eso fue lo que la misma actriz afirmó en entrevista para el canal de Youtube “De Todo Un Mucho".
Martha Higareda asegura que heredó el poder de su abuela y ve fantasmas
La actriz contó que su primer encuentro paranormal fue con algo parecido a un fauno

“Mi abuelita era una mujer que rezaba muchísimo, ella en general tenía un don de poder ver a la gente muerta y entonces ella lo que hacía era rezar por ellos para que encontraran la luz lo más rápido posible”, explicó la protagonista de la icónica película ‘Amarte Duele’, quien ahondó en las experiencias que tuvo durante su infancia en la casa de su abuela.
“Lo que empezó a pasarle a mi abuelita es que entre más empezó a rezar por ellos, pues más la buscaban. Entonces en cada casa donde mi abuelita vivió, en cada una de las casas siempre hubieron fantasmas”, siguió.
Pero no todo quedó en esa experiencia ajena, la actriz aseguró que ella también ha tenido encuentros paranormales, lo que considera una herencia. Y contó lo que experimentó en carne propia:
"Yo tenía un recuerdo de estar bajando unas escaleras que iban, no de caracol, es una casa muy grande con pisos, muy imponente, pero era una escalera así como que bajaba así un poco, tipo caracol, pero más bien en escuadra. Yo recuerdo estar chiquitita y un día se me ocurre bajar en la noche porque tenía sed y bajar esas escaleras y quedarme completamente paralizada enfrente de las escaleras porque yo vi, se los juro, que recuerdo esto pero muy fuertemente…una especie de como el del Fauno, como el de esa película como el del Fauno”, dijo.
Y siguió: “Cuando yo vi la película del ‘El Laberinto del Fauno’ se los juro que fue de así de ‘no puede ser lo que yo estoy viendo', una cosa así sentado en una silla con las patas tipo como de cabra y yo me eché a correr y me subí a mi cuarto y me quedé en el cuarto".
Lo más impactante vino después, pues según Higareda, no sólo ella lo vio, sino que su hermana se lo confirmó, pues también fue testigo de esa presencia en la casa que visitaba en su infancia.
“Pasaron los años, pasó la vida, pasó lo que sea y hace poco estoy platicando con mi hermana y les estoy diciendo. ‘Oye Miri, te quiero contar. Tengo un recuerdo que no sé si fue real o no’. Y entonces cuando yo le empiezo a platicar: 'fijate, en la noche fui bajando las escaleras, vi en unas sillas que estaban ahí'. Y ella me completa la frase: ‘viste a un hombre con unos cuernos, con unas patas de cabra sentado...’”, ahí se dio cuenta de que lo que vio no fue una ilusión óptica.
“Le dije: ‘¿de qué me hablas?'. Y me responde: ‘Yo también lo vi en algunas ocasiones en casa de mi abuelita. Bajé en la noche y me quedé paralizada viendo esto’. Y ella y yo nunca lo habíamos comentado, o sea, las dos vimos esta cosa sentada ahí, y hace poco descubrimos que otra prima nuestra también lo vio”.
