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Ni Niurka ni Galilea: los comentarios homofóbicos que no debieron hacer sobre Joaquín Bondoni

Ya sea por ignorancia o chiste, cuestionar la orientación sexual e identidad de género de las personas es discriminación
Publicado 26 Mar 2021 – 08:56 PM EDTActualizado 26 Mar 2021 – 09:19 PM EDT
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Joaquín Bondoni y Emilio Osorio se convirtieron en todo un fenómeno de la televisión al darle vida a ArisTemo, la joven pareja gay más emblemática de la pantalla chica en los últimos años. Y es que queda para el registro que "Aristóteles Córcega” y “Cuauhtémoc López” hicieron historia al ser los primeros en darse un beso en el canal más visto de televisión abierta y en horario estelar.

Pero como en todo, después del éxito vino el declive y hace poco, Bondoni hizo algunas declaraciones polémicas al afirmar que no tiene contacto alguno con su excompañero Emilio Osorio, con quien hizo muchas giras de trabajo a partir de sus personajes.

A la par, Bondoni le dijo al periódico Reforma que por ahora él no se identifica con ningún género (masculino femenino) y se describió como un “ ser universal intergaláctico”. “Un coche biológico para moverte a través de tu espíritu en la Tierra”, declaró el actor de 17 años.

Las declaraciones tomaron otra magnitud cuando algunos medios se lo toparon en el aeropuerto de la Ciudad de México y lo vieron luciendo unas largas trenzas, de las que después compartió una foto en su Instagram.


Según lo publicado por el diario, Bondoni concedió la entrevista en un contexto de “espiritualidad”, donde habló de “encontrar el fuego interior” y “el camino escrito en el que todos debemos fluir porque la vida es evolutiva”. Por este tono esotérico, Joaquín fue tundido en redes y por algunos personajes del medio como Galilea Montijo, quien lo llamó “reptiliano” y Niurka, madre de su expareja de ficción, Emilio Osorio, quien le dijo “no Joaquín, no eres intergaláctico, eres una persona que ríe, llora; te equivocas y aciertas como todas las personas. Lo único que te falta es desarrollar un poquito más tus sentimientos y humildades”.

Las cosas no tendrían mayor dimensión que una peleas de chismes, dimes y diretes sino fuera porque Joaquín es menor de edad y lo que se cuestiona en medios no es su plano esotérico, sino porque se trastoca su identidad de género al no respetar sus expresiones, en un claro ejemplo de violencia por no encajar en la forma dominante de masculinidad.


Según Amnistía Internacional, en su apartado de ‘ Violencia basada en la orientación sexual y la identidad de género’: “La violencia basada en el género se asocia también con la concepción social de lo que significa ser hombre o mujer. Cuando una persona se desvía de lo que se considera un comportamiento ‘normal’, se convierte en objetivo de violencia. Esta realidad se agudiza especialmente si se combina con actitudes discriminatorias por razón de la orientación sexual o cambios en la identidad de género”.

En este sentido, lo que parece un chiste o una crítica de dos mujeres adultas, Niurka y Galilea, sobre las expresiones de un postadolescente, corren el peligro de convertirse en discursos que perpetúan estereotipos y banalizan el derecho de todas las personas a expresar su identidad de género libres de estigmas, convirtiéndolos en presas fáciles para el hostigamiento y otras violencias.

El tema no es menor si pensamos que los crímenes de odio en México existen y han ido en aumento. Según datos del Observatorio Nacional de Crímenes de Odio contra personas LGBT en México, en su informe de junio de 2020, de 2014 a 2020 se registraron 209 crímenes de odio en el país, todos relacionados evidentemente a la orientación sexual y/o la identidad de género. Eso sin contar que en el último año 6 de cada 10 personas LGBT+ fueron discriminadas.

El desglose de los asesinatos es terrible, pues l as víctimas de estos crímenes han sido menores desde los 4 años, hasta personas de más de 40 años.

“157 de las personas asesinadas fueron asociadas con hombres mientras que 43 con mujeres. Sin embargo, respetando la identidad de género, identificamos que 93 eran mujeres trans, 85 hombres, 11 mujeres, 2 hombres trans y 2 personas trans; de 16 personas no se tiene información al respecto”, se lee en el informe de Fundación Arcoiris 2020.

La construcción de una sociedad más equitativa y libre de discriminación y violencia es una tarea que incluye a todas las personas, y quienes tienen acceso a tener voz en medios de comunicación cargan con la responsabilidad ética de no reproducir discursos de odio o que revictimicen a personas vulnerables por su condición sexual, de género, raza, religión o cualquier otra expresión de su individualidad.

La Comisión Nacional de Derechos Humanos lo dice muy claro en su apartado de ' Diversidad sexual, discriminación y violencia': (es un deber) “En términos sexuales es ampliar los márgenes de pertenencia a todas las formas de expresión sexual. En términos procedimentales es garantizar que personas de estas minorías sexuales puedan ejercer su orientación, pero que una vez ejerciendo este derecho puedan ejercer otros derechos de los que son excluidos por no seguir una sexualidad heteronormada”.

A lo anterior debería añadirse que las narrativas de personajes con gran exposición mediática contribuyen a legitimar inclusiones, exclusiones y limitaciones en la vida diaria. No es nuevo, pero sí algo que se debe recordar sin excepción.

Cabe mencionar que, al momento de publicar este texto, Joaquín Bondoni no ha dado declaraciones sobre su orientación sexual, que es distinto de la identidad de género.


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