En el 8M, Regina Blandón levanta la voz: no se trata de “mi feminismo”, esto es un tema de todos

Para Regina Blandón las redes sociales son un arma de doble filo. Aún así ha decidido usarlas para decir lo que piensa, aunque eso implique que más de una vez se le hayan dejado venir encima los troles con insultos, retos de falsos debates y hasta amenazas de muerte. “El pecado”, según ellos: pedir justicia sobre el derecho a decidir (aborto legal), el matrimonio igualitario y el feminismo.

“Yo decidí usar mis redes sociales, si bien para promover mi chamba y mostrar un poco de mi vida, pues también para que funcionen como puente entre muchas cosas, entre ellas las causas justas”, dice en entrevista para Unicable.

Blandón hace honor a su apellido y es de una sola pieza, así que desde hace tiempo decidió no callar, sobre todo en temas polémicos para México, un país profundamente marcado por el machismo, la misoginia y la violencia, donde la que se atreve a defender cualquier causa justa, no es menos que la peor de las brujas incendiarias.

“Yo tengo la capacidad de llegar a más gente y hay un público que lee y escucha y está padre usarlo para hablar de cosas de las que se tienen que hablar, causas por las que hay que alzar la voz (...) Y no me jacto de tener la verdad de las cosas o la razón, al contrario, me siento distante de eso porque sigo aprendiendo, todos estamos reaprendiendo cosas que teníamos arraigadas desde hace mucho tiempo. Esta es una sociedad patriarcal con un machismo sistémico del que nos tenemos que deshacer”, asegura convencida.

Y lo reafirma con su propia experiencia, pues darse cuenta de las desigualdades no ha sido fácil, tanto así que cuenta que no fue sino hasta hace muy poco que le pegó la conciencia de género.

“La industria en la que trabajamos, que por fortuna está cambiando, a veces puede ser muy despiadada con las mujeres. De pronto si tienes una arruga más, si subiste de peso, si no te ves como hace un tiempo es motivo de burlas y ataques. O por el contrario, si bajaste drásticamente de peso es como muy celebrado; en ambos lados puede ser muy fuerte. Y yo en mi vida normal no es que me arregle y me ponga tacones todos los días y a veces no me apego a lo que estéticamente, según la industria, tiene que ser una mujer”, dice.

En su caso, el tiro fue directo, una marca que quería colaborar con ella insistía en que ella les gustaba pero también necesitaban a alguien que “se viera más arreglada todo el tiempo”; al final el trato no se hizo porque Regina tiene claro que para ella es importante no vender una imagen con la que no se identifica.

“Si hay chavitas que me siguen, para mí es importante no venderles una cosa que no soy. Para mí se trata de normalizar que está bien si un día quieres hacer ejercicio y comer bien, está bien si quieres tener una vida muy dedicada a cómo te ves. Pero también está bien si un día quieres salir en pants y verte simple sin que todo el mundo se te eche encima (...) Pienso que a mí me vino la conciencia de eso, de una presión innecesaria de gente que no conoces y no conoce a fondo tu situación como persona o qué momento estás atravesando”.

La conclusión de que había cosas que cambiar no le llegó por ósmosis, lo familiar también contó.

“He visto el cambio de generaciones, de mi abuela que es de las personas más chidas y admirables, igual que mi abuelo, pero sí vienen de otra mentalidad. Por ejemplo, si mi abuelo estaba en la mesa, pues es primero como: ‘¿ya le serviste a tu abuelo?’. Para mí siempre había sido normal que todas las mujeres estuvieran ayudando en la cocina mientras los hombres estaban en la sala esperando”, detalla.

Regina está convencida de que cuestionarse esas cosas, incluso dentro de la familia, es lo que tenemos que hacer. “Sin juzgar ni polarizar porque esto es una cosa de sociedad que se tiene que trabajar entre todos, y también veo que hay una cosa del feminismo que está mal entendida por desinformación, de todos los que piensan que es una lucha de mujeres contra hombres, cuando en realidad no es así”.

¿Lo privado es político?
"Bibi Peluche es provida", dijeron hace semanas en Twitter. La respuesta de Regina, quien encarna al personaje en el programa de Derbez, fue motivo de un gran debate, ¿qué pasó con ese pleito?

“El problema es que la gente se toma las cosas personales. Pero yo respondí en función de decir que hay que leer más sobre el derecho a decidir, que no se trata de “aborto o no aborto”, sino de que sigue pasando en lo clandestino. La cantidad de muertes en clínicas no reguladas sigue existiendo. El aborto legal no te obliga a abortar, pero el aborto penado sí te obliga a ser madre. Y mucha gente sigue pensando que si se legaliza en todo el país habrá quien salga a matar bebés como la ley de Herodes. Y no se trata de eso en lo absoluto. Es poder decidir sobre ti mismo y ya”.

Los ataques contra la actriz estuvieron duros por días y fuera de toda proporción.

“Me sorprendió que saliera gente pensando que yo tenía cabezas de bebés en mi cajón. Exigiéndome ‘órale, avientate un debate’, cuando no era la intención. Y la gente que quería ‘debatir’ en realidad no tenía más propósito que desacreditarme y ‘probar' que yo no tengo la razón. Tiene sentido en un país en el que todos estamos muy enojados, con incertidumbre, ansiosos. Pero no se trata de insistir y discutir sin sentido, sino de ser más empáticos con los derechos de los demás”.

8M 2020: la lección de la empatía.
“Con la experiencia del año pasado, ahora sé que es muy reciente que me di cuenta de todo lo que tenemos arraigado socialmente. Incluso hay gente que me reclama eso de: t ú formaste parte de un programa donde te hacían menos y cómo puedes ahora criticar… pues es justo eso, poder decir eso no estaba malintencionado pero ahora nos damos cuenta de lo que tenemos que cambiar y decir”.

“Yo no recuerdo haber visto o vivido algo tan lindo, tan chido, de tantas mujeres juntas y gritando y cantando. Fue muy emocionante, y también defender el paro del 9M estuvo chidísimo. Y si mis redes y si mi plataforma sirve para que más gente se una y alce la voz para preguntar e investigar, como ahora con lo del pacto patriarcal con el presidente… y que incluso él preguntó qué es eso… y si eso es chamba no sólo mía sino de muchas mujeres para cuestionarnos porqué está mal esto, pues me doy pro bien servida. Nunca he navegado con bandera de 'yo, síganme, yo sé, yo soy la predicadora', no, más bien es un puente para que más gente se sume".

"Y pienso que vamos paso a paso, cada vez más gente nos unimos y nos comunicamos. Y he encontrado gente increíble en redes sociales y de decir ayúdame con esto o echarse la mano, no tener miedo a expresarnos ni a preguntar. Yo he preguntado muchas veces de “¿cómo ves, está bien pensado, bien direccionado esto que estamos haciendo, qué opinan?”. Es crear una red de muchas mujeres que sabemos que nos vamos a cachar siempre, pero también de muchos hombres que se detienen y aprenden y eso, aprendemos todos. El chiste no es subirse al pedestal, es hacerlo juntas, paso a paso, y que vamos re-bien".

Ahora Regina está en un proyecto llamado # CruzadaConNosotras, que es parte de la iniciativa @Eldíadespués una plataforma que se dedica a conectar a la ciudadanía y a las asociaciones que buscan acompañar a víctimas de injusticias en el país como asesinato o desaparición. Están las buscadoras pero también la red nacional de refugios, que ahora en pandemia creció la violencia en casa y es para eso, para acompañar a las víctimas".

"Sacamos unas playeras junto con @greenhugmx, una marca mexicana que por cada prenda vendida planta un árbol… y estamos en eso, todas las ganancias van a asociaciones para erradicar la violencia de género con mujeres vulnerables".

Y nada,al final todo se resume en cómo usar mis redes para las causas que me importan.

Incluso lo más importante aquí, de esta plática, es que no se trata de “mi feminismo”, me gustaría dejar eso muy claro, esto es un tema que nos atañe a todos. Y sí, hay una necesidad cada vez más grande de todos de opinar de todo y creernos rockstars pero a veces toca solo aprender y ser más empáticos y tolerantes y ya.

Antes de terminar, Regina comparte un par de materiales que piensa son una buena entrada al feminismo y a la empatía por los derechos humanos. Ahí están los libros: Tsunami y Tsunami II, que edita Editorial Sexto Piso y que tiene el trabajo de ensayistas, escritoras y cineastas. También recomienda leer a Brenda Navarro y su Casas vacías y a Valeria Luiselli y su Desierto Sonoro.

Pero no es todo, en redes sociales ya hay muchas cosas. "Querer leer sobre un tema es bien fácil. Ahí están @MarMaremoto, @Wearefeminist, @MareaVerde y Erendira Derbez". Ya no hay que buscar mucho, dice, la verdadera chamba es la empatía.