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Sé una dama: el video que muestra las exigencias sociales inalcanzables para las mujeres

Cynthia Nixon enlista los mensajes contradictorios que recibimos las mujeres desde la infancia para complacer a los demás, menos a nosotras mismas
Publicado 27 Feb 2020 – 03:33 PM ESTActualizado 27 Feb 2020 – 11:03 PM EST
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“Sé una dama, dijeron. Cuídate a ti misma. Sé pura. Sé virginal. No hables de sexo. No coquetees. No seas una puta. No duermas por ahí. No pierdas tu dignidad. No tengas sexo con demasiados hombres. No te delates. A los hombres no les gustan las zorras. No seas una mojigata. No seas tan tensa. Diviértete un poco. Sonríe más. Da placer a los hombres. Sé experimentada. Sé sexual. Sé inocente. Sé lasciva. Sé virginal. Sé sexy. Sé la chica genial. No seas como las otras chicas”, recita la actriz Cynthia Nixon ( Sex & The City 1998-2004) en un video para la revista de moda y estilo de vida Girls.Girls.Girls.

Be a lady they said (Sé una dama, decían ellos) se llama el video que ya tiene más de 4,7 millones de reproducciones en Vimeo y que se basa en un poema de la escritora de 22 años Camille Rainville.

Las reglas y exigencias de los padres, la familia, lo religioso, el mercado, la escuela, los conocidos, los desconocidos y la publicidad, de eso se tratan todas esas sentencias contradictorias que recibimos las mujeres desde que nacemos y que son una cuestión universal.

Pero el texto en el que Nixon da vida a las palabras de Rainville no sólo se trata de lo sexual, sino de todos los aspectos en los que los demás se piensan con el derecho de opinar sobre las mujeres: la manera de vestirnos, de tener un cuerpo, de ser “bellas”, de ejercer la libertad en el espacio público, de pertenecer a los demás.

Esta clara afrenta (a que las mujeres no sean como quieran ser) no es nueva, las paradojas de vivir lo femenino ya habían sido explicadas por otras mujeres. Ahí está, por ejemplo, la teoría de la opresión desarrollada por la filósofa feminista radical Marilyn Frye, quien se pregunta ¿cuál es la diferencia entre ser miserable y ser oprimido?

A grandes rasgos Frye llega a la conclusión de que si bien los hombres enfrentan desventajas del sistema heteropatriarcal, no todas esas desventajas se pueden etiquetar como opresiones.

No así en el caso de las mujeres, quienes sin importar la circunstancia, tienen que enfrentar un mundo que está hecho para ser confrontadas todo el tiempo por aquello que no son.

Los dobles vínculos, les llama ella; doble moral decimos hoy.

Ejemplos de las opresiones sociales, contradictorias y machistas hay en todos los ámbitos y en toda la historia universal. Y este video no es la excepción, en él se usan, además de contenidos de la revista que lo hizo, escenas de películas o productos culturales específicos y personajes trascendentales para los estereotipos femeninos (desde Audrey Hepburn hasta Rose McGowan); y todos ellos terminan en la misma conclusión: ninguna mujer, haga lo que haga, es lo suficientemente buena para los estándares del mundo masculino.

“Sé una dama, dijeron. Que no te violen. Protégete a ti misma. No bebas demasiado. No camines sola. No salgas demasiado tarde. No te vistas así. No muestres demasiado. No te emborraches. No dejes tu bebida sin cuidado. Ten un confidente. Camina donde esté bien iluminado. Permanece en los barrios seguros. Dile a alguien a dónde vas. Carga spray de pimienta. Compra un silbato de violación. Sostén tus llaves como un arma. Toma un curso de defensa personal. Revisa tu cajuela. Cierra tus puertas. No salgas sola. No hagas contacto visual. No pestañees. No parezcas fácil. No llames la atención. No trabajes hasta tarde. No hagas bromas sucias. No sonrías a extraños. No salgas de noche. No confíes en nadie. No digas que sí. No digas no”.

En resumen: no vivas por ti misma. Nada más que añadir.

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