Lo natural es que quien tome las decisiones dentro de una familia sea el padre o la madre, sin embargo, por diferentes circunstancias, los papeles se pueden llegar a invertir y es el hijo quien comienza a asumir ese rol.
¿Qué ocurre cuando un hijo asume el rol de padre?
Un experto en el tema, habla sobre lo que pasa cuando un hijo comienza a tomar decisiones que no le corresponden

El Dr. Francisco Javier Rodríguez, médico psiquiatra y psicoterapeuta, asegura que cuando un padre pierde autoridad y su hijo es quien comienza a ser “la cabeza del hogar”, se debe a una falla estructural.
“El hijo deja de ser hijo en el funcionamiento, entonces actúa como una especie de pareja de la mamá o el papá”, comenta el médico.
La falta de autoestima, la inseguridad y la co dependencia, son algunos de los factores que pueden originar que un padre ceda el control y que su descendiente sea quien ejerza las funciones de liderazgo.
El experto destaca que, “La falla principal está en la dificultad de un padre para ser el padre, asumir su rol y realmente ser el guía y quien diga cuál es la dirección”.
En un país donde impera el machismo, es común que se presenten este tipo de casos, ya que en ocasiones las madres de familia no se viven como auto suficientes y como gestoras de su propia seguridad, por lo que depositan su responsabilidad en otra persona.
“Puede ocurrir cuando falta uno de los padres o están los dos pero estos no ejercen la posición de autoridad, entonces surge como figura parental alguno de los hijos, comúnmente suele ser el mayor quien tome esta figura de jefe de familia, aunque no es el rol que le corresponde”, afirma.
En muchas de las ocasiones, el padre no está consciente de que está no es una situación natural y que el hijo tiene el derecho y la necesidad de sentirse cuidado y guiado.
“El hijo debe de asumir su posición, no cómo guía ni sostén de la estabilidad de sus padres; además de mostrarse más seguro de que ellos son capaces de cuidarse y saber elegir correctamente sus decisiones”, explica el psiquiatra.
Para lograr el bien familiar, se requiere abordar el tema, centrarse en revisar la relación de la familia, empoderar al padre de familia para que ejerza sus funciones y muestre seguridad.
No es un trabajo de la noche a la mañana, es un proceso que requiere tiempo, pero sobre todo se necesita la disposición de ambas partes para cambiar.