Este lunes 2 de agosto la levantadora de pesas de 42 años, Laurel Hubbard, hizo parte de la historia deportiva luego de convertirse en la primera mujer transgénero en competir durante los Juegos Olímpicos. La deportista representante de Nueva Zelanda fue nacida como varón pero a la edad de 30 años fue posible que hiciera su transición a su sexo correcto.
Laurel Hubbard se convierte en la primera deportista transgénero en los Juegos Olímpicos
Aunque fue eliminada en la tercera ronda, la levantadora de pesas ya volvió parte de la historia deportiva

La alterista inició en el concurso deportivo levantando una barra de 120 Kilogramos, sin embargo, durante la segunda y tercera ronda de 125 kilos, la deportist no logró levantar el peso requerido, por l o que quedó fuera de la competencia.
Pese a que Hubbard fue eliminada de manera pronta durante la competencia, tras no calificar para las rondas finales, su presencia en las Olimpiadas de Tokio 2020 logró hacer historia y un paso adelante para la comunidad LGBTQ en cuestión de inclusión de personas transgénero en competencias deportivas.
La originaria de Nueva Zelanda ya había participado antes en Juegos Olímpicos, años antes de que comenzara su transmisión de sexo y aunque hasta el momento no ha logrado ganar una medalla, la deportista se admite sumamente agradecida no solo con el país que representa sino también con el Comité Internacional de las Olimpiadas.
"Ellos me apoyaron durante los momentos más difíciles que pasé. Yo sé que mi participación en estos juegos no será libre de controversia, pero ellos han sido maravillosos conmigo", declaró para el periódico USA Today.
Las críticas y apoyo a Hubbard como atleta transgénero
El trabajo de Laurel Hubbard dentro de la halterofilia femenil no ha sido exento de polémica y críticas, pues aún después de cumplir con los criterios del COI, han sido grande el debate que se ha levantado sobre la posible injusticia de la atleta por llevar una ventaja de sobre sus compañeras competidoras.
La conversación al respecto ha sido acalorado, sobre todo en redes sociales, pues hay personas que sencillamente no ven justa la participación de mujeres transgénero en competencias que requieren una fuerza de la cual la biología masculina podría tener una ventaja.
A pesar de la transfobia que la controversia ha levantado, cabe destacar que hay también una gran base de admiradores y personas que apoyan a Hubbard por su calificación en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.