Malala se gradúa de Oxford y festeja en casa con tradición prohibida en la Universidad
Aunque ya tiene un Premio Nobel de la Paz, la joven de 22 años por fin terminó su educación

Cuando Malala Yousafzai tenía 15 años sufrió un atentado, un disparo en la cabeza buscó terminar con su vida justo cuando su trabajo como activista en pro de la educación y los derechos de las mujeres tomaba más fuerza dentro de su natal Pakistán. Y no era menor su talento, pues a los 11 años ya tenía un blog en la BBC escrito en urdu donde describía las atrocidades de los talibanes.
Afortunadamente para ella, su familia, Pakistán y el mundo, Malala sobrevivió y desde entonces se ha dedicado a seguir trabajando por la justicia y la igualdad, e inspirando a otros a buscar el bien común. Gracias a eso, en 2014 fue reconocida con el Premio Nobel de la Paz.
Seis años después, Malala no sólo trabaja por su propia voz sino que se ha dedicado a la escuela, y justo acaba de recibir su diploma como graduada de Filosofía, Política y Economía de la Universidad de Oxford, en el Reino Unido.
“Es difícil expresar mi alegría y gratitud en este momento cuando completé mi licenciatura en Filosofía, Política y Economía en Oxford. No se lo que está por venir. Por ahora, será Netflix, leer y dormir”, escribió en Twitter la joven de 22 años.
Como buena rebelde, Malala no terminó su educación como cualquier cosa, la celebración incluyó la tradición de cubrirse de confeti y espuma que prohibió Oxford en 2018 por los costos de limpieza que implicaba. Pero hey, Malala llevó a cabo el acto tradicional en su casa, así que no rompió ninguna ley.
Aunque estamos acostumbradas y acostumbrados a oír sólo sus discursos inspiradores sobre la justicia en el mundo, es notable que está pasando por un momento importante como mujer joven que sólo quiere un poco de diversión, descanso y tranquilidad.
Y a pesar de que también compartió una storie donde se acepta desempleada, como cualquier graduado, es obvio que su logro no sólo es personal, sino que implica un símbolo de libertad y trabajo contra el pensamiento de guerra y sometimiento de las mujeres. Seguramente, pronto tendrá que volver a enfrentarse a todo ese trabajo humanitario que queda por hacer en el mundo.