BirthStrike: La respuesta de los millennials al calentamiento global es no tener hijos
La crisis ecológica ha alcanzado un nivel tan grave, que muchos jóvenes han decidido dejar de tener hijos biológicos.
A través del movimiento BirthStrike, se busca crear conciencia de los peligros que representa el calentamiento global para la supervivencia de sus habitantes.
La fundadora de la iniciativa es la artista Blythe Pepino, quien tomó la difícil decisión luego de asistir a un congreso ambiental y darse cuenta de la gravedad de la situación.
“Realmente quiero un niño, amo a mi pareja y quiero una familia con él, pero no me parece que sea un momento en el que puedes hacer eso”, dijo a CNN.
Lejos de desanimar a que las personas tengan hijos, o criticar a los que ya los tienen, el objetivo del grupo es dar a conocer la importancia de tomar acciones concretas para frenar la crisis, reportó The Guardian.
Miley Cyrus es una celebridad que ha sido muy vocal sobre el tema, contando en una entrevista reciente con Elle, que también ha decidido no procrear.
“Le hemos estado haciendo a la tierra lo mismo que le hacemos a las mujeres, solo tomamos y tomamos cosas y esperamos que siga produciendo, pero ya se cansó, ya no puede producir”, explicó.
“Nos están heredando un planeta hecho mierda y me rehuso a pasarle eso a un bebé”, recalcó.
En la política, el cambio climático sigue siendo un tema controversial, sin embargo, pocos se están comenzando a hacer las preguntas difíciles.
Entre ellos, se encuentra Alexandria Ocasio-Cortez, quien dijo en un live stream de Instagram que a menos que se tomen acciones radicales, no hay esperanza para el futuro.
“El consenso científico indica que las vidas de nuestros hijos van a ser muy difíciles, y esto lleva a personas jóvenes a hacerse la pregunta, ¿aún está bien tener hijos?”, dijo.
De acuerdo a la organización Population Matters, conforme incrementa la población de la Tierra, también crecen las emisiones de carbón, se pierden bosques y otros daños al medio ambiente.
En el 2018, la ONU advirtió que solamente quedan 11 años para prevenir un cambio climático catastrófico.