Tener la sensación de que alguien no está diciendo la verdad es algo que aunque común, no deja de ser más que una suposición o una corazonada. Por esta razón, investigadores de la Universidad de Berkeley en Estados Unidos se han dado a la tarea de indagar cómo se podía tener mayor certeza del momento en el que alguien nos estaba mintiendo.
Señales para detectar si alguien te está mintiendo
Porque el lenguaje corporal dice más que mil palabras ¡aguas con estas señales!


Lo primero, explican, es que aunque el ser humano tiene gran instinto para detectar mentiras, a veces éste falla, por lo que es necesario analizar el lenguaje corporal de la persona y, para ello, conocerla muy bien: saber cómo se mueve, cómo se expresa, cuáles son sus ademanes, gestos, etc.
Una vez que tengas eso bien estudiado, ahora sí, puedes continuar con los hallazgos de distintos expertos en el tema, que te ayudarán a detectar cuando alguien te está queriendo ocultar algo.
¿Cómo saber cuando alguien está diciendo mentiras?
1) Cambian rápidamente la posición de su cabeza: Cuando alguien está mintiendo, afirman estudios, suele hacer un movimiento abrupto de cabeza al momento en que le haces la pregunta que no quieren responder con la verdad. Puede mover la cabeza hacia atrás, ladear, inclinarla hacia un lado, etc.
2) Variaciones en su respiración: Estudios demuestran que, curiosamente, cuando alguien miente suele alterar su respiración haciéndola más pesada y acelerada. Cuando la respiración cambia, a su vez, es común que los hombros se alcen y la voz se haga más débil. Esto, dicen expertos, se debe a un reflejo natural.
3) Su postura se hace más rígida: Si bien, es normal que cuando alguien se pone nervioso se mueva mucho, también explican que es “de cuidado” cuando la persona no se mueve en lo absoluto y, de pronto, pasa de estar ‘normal’ a estar totalmente tieso.
4) Empiezan a trabarse al hablar: Regularmente esto da pie a que empiecen a repetir frases y palabras, lo que desprovee su discurso de todo sentido. La razón de ser de esto, además de los nervios, es que tienden a intentar validar su mentira y, en el camino de ordenar sus pensamientos, se enredan y/o son muy repetitivos.
5) Suelen dar demasiada información: Como dice el dicho “menos es más”, por lo que a veces resulta sospechoso cuando la persona comienza a soltarte datos e información que no le fue solicitada y que, además, adorna con muchísimos detalles innecesarios. Esto lo hacen con la intención de dar credibilidad a su mentira.
6) Se cubren la boca u otras partes ‘vulnerables’ del cuerpo: Que automáticamente se tape la boca o que lleve sus manos a zonas como el pecho, la cabeza, la garganta o el abdomen, es señal de alarma.
7) Juegan con sus pies: Desde arrastrarlos constantemente hasta enredarlos entre sí, todo habla de una (muy) posible mentira que la persona se siente nerviosa de decir y que canaliza en una de las partes que se mueven de manera más inconsciente cuando se está sentado.
8) ‘Ojo’ con sus ojos: ¿Recuerdas esa icónica frase de Hollywood que dice ‘Los ojos Chico, nunca mienten’? Pues estaba en lo correcto. Cuando el presunto mentiroso evita el contacto visual, deja de parpadear o bien, cambia el ritmo de su parpadeo (comienza a hacer muy rápido o muy lento), es motivo de sospecha.
Un estudio afirma que, en promedio, los humanos mentimos unas 11 veces a la semana ¡imagínate! Así que en vez de convencerte a ti mismo de que “tú eres una persona que nunca miente” , mejor hazte a la idea de que aunque sea de manera inconsciente y éstas sean piadosas, es frecuente que digas una que otra mentira, y aléjate de cualquiera de estos indicios para evitar delatarte.
Si tu objetivo, por el contrario, es cachar las mentiras de alguien, después de leer esto seguro que serás un detector de mentiras humano, ¡mucha suerte!