Entrenador mexicano da rutinas a sus vecinos en Alemania y levanta su ánimo en cuarentena

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Pato Cervantes ofrece entrenamientos gratuitos a su barrio en Hamburgo; sus vecinos confinados por le coronavirus hacen ejercicio desde sus balcones

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Quedarse en casa y solo salir para lo esencial es el primer reto que la sociedad actual enfrenta durante la cuarentena por la crisis de coronavirus y, posiblemente, la segunda prueba más importante es mantener el espíritu arriba, además de no descuidar la salud física ni la emocional. Para ello, personas como Pato Cervantes , ofrecen todo de su parte con el fin de promover el ejercicio y activación, durante estos días de confinamiento.

Desde Hamburgo, Alemania, el mexicano de 19 años se ha convertido en todo un personaje viral luego de que decidiera salir a su calle y compartir entrenamientos con sus vecinos, quienes fielmente siguen sus rutinas desde los balcones del barrio . Debido a la organización y responsabilidad de la sociedad en el país europeo, el gobierno permite que la gente pueda salir a la calle a realizar caminatas y ejercicio; fue así como el joven comenzó esta iniciativa deportiva que, sin saberlo, se volvería viral.

En entrevista con UNICABLE, Pato Cervantes, cuenta cómo fue vivir las primeras semanas de encierro en Hamburgo, en las que extrañar su trabajo como instructor en gimnasio Hicycel, lo motivó a salir y activar su cuerpo.

“Nace el interés al momento en el que cierran el estudio de bicicletas donde trabajo y cuando empiezo a extrañar la parte de motivación que a mí me dan los clientes; extrañar la sonrisa de ellos al terminar la clase y ver ese cambio en ellos y, durante el encierro, era lo que me faltaba”, explicó Pato.

Como entrenador, el mexicano tenía en casa sus propios aparatos y rutinas de ejercicio, algo que jamás abandonó a pesar del encierro, sin embargo, el contacto con la gente y su espíritu de coach, fueron lo que finalmente lo hicieron salir de su casa.

“Hice ejercicio en mi casa solo cuatro días y luego ya no pude motivarme, me faltaba la energía de la gente. Así fue como repartí algunos volantes en los que escribí que mis rutinas consistirían de 30 minutos todos los días a las 11 de la mañana. En caso de no tener pesas, podían utilizar botellas de agua. También me mentalicé a que, si no salían mis vecinos el primer día, o el segundo, quizá y se animaban a partir del tercero, pero la sorpresa fue que desde el primer entrenamiento estuvo muy lleno”, dice.

El joven comenta que, probablemente, gran parte de los vecinos que salieron desde el primer día, más allá de un interés de hacer ejercicio, podía ser que se estuviesen asomando al balcón con la curiosidad de saber quién era Pato y por qué su acercamiento dejando aquellos volantes en las puertas.

“Ese día, el primer día, vi a mi alrededor a todo mundo, inicié la música y en ese instante la energía de la calle se transformó. Fue gradual, los vi empezando a moverse un poco, luego a saltar, luego aplausos, y de ahí en adelante todo fue una locura”, comenta Pato.

Pronto, Pato se convertiría en un personaje clave para su comunidad, poco a poco la respuesta de la gente fue cada vez más grande, recibiendo todo tipo de agradecimientos de sus vecinos, e incluso tiernos obsequios de los más pequeños en casa, como cartas, dulces y dibujos.

La iniciativa del mexicano hizo tanto ruido en la cuidad que, en solo cuestión de días, las televisoras locales comenzaron a aguardar afuera de la casa de Pato, esperando a sus rutinas de entrenamiento.

“No me lo esperaba, me agarraron en curva, pero fue muy padre que la gente lo haya compartido y haya gritado tanto que en tan poco tiempo se volviera viral”, comparte feliz.

El joven fue invitado a un conocido programa de televisión en Hamburgo en el que participó como uno entre “10 héroes del coronavirus que no son doctores ni enfermeros”, entre los que destacaban policías, creadores de mascarillas caseras, entre otros. Cervantes se reconoce como una persona muy agradecida por la exposición que su trabajo obtiene, ya que en medios tanto locales en su ciudad, como nacionales en toda Alemania, la historia de Pato se sigue replicando.

“El ejercicio en mi vida representa esa parte que te lleva a un límite que solo tú sabes hasta dónde vas a poder llegar. Y creo que representa la parte de desconexión con la situación exterior y en la que te estas dedicando 100% a tu cuerpo, que es la parte física de tu ser”, explica Pato.

Platicando sobre personalidades relevantes en el mundo de la cultura fitness en México, como el caso de Bárbara de Régil , quien, como Pato, aprovecha su pasión por el ejercicio para contagiar a otros a través de sus entrenamientos en línea, Pato Cervantes reconoce que la fuerza y poder de la comunicación que permiten las redes sociales.

“Me impacta como desde el primer día de cuarentena, no solo aquí en Alemania, o México, sino en el mundo, en cuestión de horas ya todo eran lives de Instagram, streaming y on demand. Me impresionó ese poder de adaptación de la gente, ajustándose a la realidad de que, aunque no sea en vivo, se pude todavía en pantalla”, dijo.

Dentro de lo que podría llamarse un mal momento debido al desánimo por la cuarentena , el mexicano reconoce que lo bueno que la situación ha sacado en su comunidad, es un cambio de consciencia, además ha despertado más a la empatía y calidez humana, algo que durante sus primeros meses en Alemania pudo ser un choque cultural.

“Antes se sentía que las personas acá eran un poco más ‘fríos’, porque es su cultura y tienen metido el chip de hacer lo que les corresponde y solo decirte un ‘hola y adiós’. Pero ahora siento que ya te regalan más sonrisas, la gente convoca mucho al respeto, a mantener la calma los unos con los otros. Incluso he tenido niños que van a la calle conmigo a hacer ejercicio; un niño de seis años le dice a su amigo, ‘oye acuérdate de guardar tu distancia’. Hay un espíritu de responsabilidad y convivencia amena”, explicó.