Incluso antes de que The Crown destapara la versión de que Diana nunca encajó totalmente con la familia real, se sabía que la reina madre, Isabel Bowes-Lyon, no tenía un gran aprecio por la esposa de su nieto Carlos.
La reina madre quería que Lady Di aceptara a Camila Parker en su matrimonio
La abuela del príncipe Carlos nunca quiso a Diana, ahora se sabe que fue porque la princesa no aceptó que su esposo tuviera una amante

Antes de que se concretara el matrimonio, a Diana Spencer le ayudaron a conocer todos los protocolos de la realeza, proceso en el que participó la misma reina madre. Sin embargo, pese a que Diana rápidamente robó el corazón del público, el no cumplir con todos los protocolos como se le ordenaba, la hizo presa del desencanto con la matriarca.
A eso se le sumó que Diana se quejara constantemente del amorío entre Carlos y Camila Parker, algo que la reina madre consideraba una debilidad pues ella no veía mal que Carlos intentara ser feliz a escondidas y pensaba que nada le costaba a Diana soportar la infidelidad y los malos tratos a cambio de la comodidad que le ofrecía formar parte de la realeza.
Lo que rompió definitivamente esta relación entre la reina madre y la esposa de su nieto favorito fue que Diana era poco discreta frente a los medios y que más de una vez fue descuidada con sus amoríos fuera del matrimonio, pues en ese momento nadie pensaba que el divorcio fuera una opción para la pareja.
Al darse cuenta que Lady Di jamás aceptaría que Camila estuviera en medio de su matrimonio, la reina madre decidió retirarle su apoyo al punto en que ella misma prestaba su casa para que Carlos y Camila pudieran verse sin ser captados por los medios.
Ya para 1992, cuando salió el libro ‘Diana: her true story’, no había más que salvar entre Diana e Isabel, así que lo que le restó de vida lo dedicó a atemorizar a Diana de muchos modos, dejando claro que no aceptaba la desobediencia en su familia.
Diana murió en 1997, víctima de un accidente de coche en París. La reina madre murió en 2002, a la edad de 101 años, sólo siete semanas después de la muerte de su hija menor, la princesa Margarita.