La verdadera historia de la entrevista de la princesa Diana a la BBC

En mayo de 2021, Charles Spencer, el hermano de Lady Di aseguró que: ‘Diana estaría viva si no hubiera dado esa entrevista’, refiriéndose a la escandalosa conversación que la princesa mantuvo con el periodista Martin Bashir en 1995, que significó un acercamiento inédito a la realeza británica y que vieron más de 22,8 millones de personas en el Reino Unido y después todo el mundo habló de ella.

Como se puede suponer, el aquel entonces esta conversación no sólo fue un escándalo mediático vacuo, sino que significó el último quiebre de Diana con la familia real, lo que a la postre le costaría el acoso, las habladurías del divorcio y el odio evidente de todos los miembros de la familia real, un secreto a voces que duró hasta que Diana murió en agosto de 1997, víctima de un accidente automovilístico provocado por la persecución de un ejército paparazzi en París, Francia.

Tras la disculpa de la cadena con la familia de Diana hace más de un año, no tardaron en salir las críticas a las artimañas que la cadena de radiodifusión pública usó a través de su periodista, Bashir, para conseguirla, sino que el príncipe Guillermo, hijo menor de Diana, hizo fuertes declaraciones al respecto y aseguró que esta entrevista contribuyó a la paranoia y aislamiento de su mamá.

Pero,

¿qué es lo que hay detrás de la entrevista que indigna a la familia real, el medio periodístico y los fans de Diana?

Como se informó desde 2020, Charles Spencer, no se quedó con los brazos cruzados después de la tragedia de su hermana, y después de todo un proceso legal, pidió una investigación exhaustiva sobre cómo Martin Bashir consiguió la entrevista con Diana y a qué condiciones emotivas la orilló para hacerla llegar al límite y develar secretos desagradables de su familia.

Un mes después, la BBC anunció que se haría la investigación sobre el caso, todo a cargo del ex juez de la Corte Suprema John Dyson, quien descubrió que, en resumen, la emisora "no cumplió con los altos estándares de integridad y transparencia que son su sello de identidad".

Se confirmó entonces que Bashir falsificó documentos bancarios y le dijo mentiras a Diana, para que aceptara hablar en exclusiva en su programa, ganando así una exclusiva que otros periodistas habían perseguido por años, incluyendo a la mismísima Oprah Winfrey.

De manera extraoficial, Charles aseguró que sabe que la estrategia de Bashir fue acercarse a su hermana para hacer parecer a todos como indignos de confianza, excepto a él. “ Ella no sabía en quién confiar y al final, cuando murió, dos años después, no tenía ningún tipo de protección real”, declaró. Además de que remarcó que Bashir “era muy bueno para amplificar las ansiedades de la gente” y le hizo pensar a Diana que la “salvaría en un mundo difícil y peligroso”.

Así, la conclusión en mayo del año pasado fue, de parte de John Dyson que la BBC “encubrió en sus notas de prensa todos los hechos que habrían podido demostrar el modo en que Bashir aseguró su entrevista”. Gracias a eso, la cadena mandó cartas de disculpa a los hijos de Lady Di y al Rey Carlos de Inglaterra, así como a su hermano, Charles Spencer.

Después de eso, Bashir pidió disculpas por usar documentos falsos y aseguró que eso no influyó en la decisión de Diana para darle la entrevista. Incluso recordó que ella escribió de su puño y letra: “Martin Bashir no me mostró ningún documento, ni me informó de nada que yo no supiera ya de antemano. Concedí la entrevista a Panorama sin ningún tipo de presión, y no me arrepiento en absoluto”.

Pero a pesar del supuesto consentimiento de Diana, destaca que Bashir dejó la BBC sólo dos años después de la transmisión de la entrevista de Diana, en 1999. Poco después, en su nuevo trabajo consiguió otra emblemática plática, una con Michael Jackson, misma por la que después el cantante lo acusó de amarillista.

Aunque Bashir volvió en 2015 a la BBC, quien lo nombró corresponsal de asuntos religiosos hasta que comenzó de nuevo la polémica por la entrevista a Diana, en 2021 presentó su renuncia definitiva sin esperanza de volver a tener otro aparente “triunfo periodístico”.