Si la medicina estética ha de nombrar la joya más preciada de su corona, sin duda esa sería el bótox (toxina botulínica). Y es que a pesar de los altos y bajos desde su descubrimiento en 1820, su popularidad no es gratuita, pues su desarrollo desde principios de los años 90 ha ayudado a muchos en su proceso de mantenerse jóvenes y bellos.
'La belleza cuesta': Juan José Origel comparte su sesión de bótox
Aunque le pusieron pomada anestésica, el conductor no pudo evitar gritar de dolor por los piquetes

Con toda esa seducción tras la promesa alisar lo que el tiempo arrugó, es difícil negarse. Ese es el caso de Juan José Origel, cuyo consentido es el bótox. Y es que si alguien se ha mantenido fiel a la franqueza de todo lo que se hace para verse joven y guapo, ese es Pepillo.
Para no variar, el fin de semana pasado se sometió a otra sesión de bótox con el Dr. Luis Moyá, médico cirujano especialista en dermatología. Ya ahí, lo que más resaltó de la consulta es que Pepillo sigue sufriendo de dolor con los piquetes a pesar de la experiencia y la anestesia local.
Los piquetes que el doctor le puso a Juan José se concentraron en la frente, la parte superior de la nariz y las patas de gallo. Mientras eso ocurría, le dio las indicaciones de cuidados que hacen más efectivo el tratamiento: “ Dura cuatro meses y no te puedes acostar en cuatro horas ni hacer ejercicio físico. Te tengo que revisar en dos semanas”.
El video que dura dos minutos exactos estuvo lleno de pequeñas quejas de dolor, algunas bastante intensas. Y qué tanto lo habrá padecido el conductor que decidió nombrar así el video: “ Ayyyy!!!”.
Al final de la sesión, Juan José terminó diciendo una de las máximas del culto al cuerpo: la belleza cuesta.