Han pasado 16 años desde el fallecimiento de Mariana Levy, el 29 de abril de 2005, y a pesar del tiempo, el dolor por su ausencia sigue latente en su familia.
María Levy revela que el dolor de haber perdido a su madre, Mariana Levy, nunca se irá
A 16 años del fallecimiento de la 'Pícara Soñadora', su primogénita cuenta que su manera de honrarla es siendo feliz


















Su primogénita, María, reveló para un conocido programa de espectáculos que perder a un ser querido es una situación muy fuerte, sin embargo, considera que siempre hay una forma de seguir adelante.
“Algo que dice mi abuela (Talina Fernández), que es muy sabio, es que el dolor no lo eliges, pero el sufrimiento sí, todos pasamos por situaciones de dolor y está bien, es, fue y siempre será parte de nosotros, pero debemos ayudarnos nosotros”, compartió la joven de 25 años.
Agregó que es muy importante no vivir en el pasado, pues eso podría significar que no estar disfrutando del presente y evita seguir creciendo en el ámbito personal; esta fue una decisión que María prefirió tomar para continuar con su vida.
“Muchas veces tenemos el concepto de que la vida es una batalla y yo digo que no, es mucho buscar quitarle la connotación negativa a las cosas. Todo sufrimiento, toda situación es muy relativa, muy subjetiva. Es un dolor que nunca dejaré de sentir, que ahí está, que es mío, pero por el cual decidí ya no sufrir”, dijo la influencer.
Para la joven, el haber perdido a su madre a los 9 años fue muy fuerte, lo describe como si le hubieran quitado una parte de ella misma pero acepta que es un proceso natural de la vida.
“Es dolorosísimo perder a quien amas, te quitan una parte de ti, pero no hay cosa más natural que la muerte, es parte de la vida entender que nada dura para siempre, que la vida es de cambio y tenemos de dos: identificarnos con ese dolor, con ese duelo y quedarnos estancados ahí o decir sí me duele y voy a honrar a esa persona siendo muy feliz”, manifestó.
Recordar que, Mariana Levy tenía 39 años cuando perdió la vida a causa de un infarto fulminante que le provocó el miedo de ser asaltados en calles de la Ciudad de México.
En el momento de su deceso iba en camino a un parque de diversiones con su esposo, José María Fernández ‘El Pirru’ y sus tres hijos, así como unos amigos de su hija.