Rodrigo Cachero piensa que Anna Ferro merece la herencia de Fer del Solar
Tras la repentina muerte de Fernando del Solar, mucho se ha dicho sobre cómo quedaron repartidos sus bienes. Y es que además sorprendió que el albacea de su herencia fuera el actor Rodrigo Cachero, su gran amigo.
Desde las primeras lecturas de la voluntad de Fernando sobre sus bienes, ha quedado claro que existen dos partes interesadas que tendrán que negociar sobre la última voluntad del argentino, y es que gran parte de su herencia se divide entre los dos hijos que tuvo con Ingrid Coronado, Luciano y Paolo, y su viuda, Anna Ferro.
Al respecto, Rodrigo concedió recientemente una entrevista a Mara Patricia Castañeda. Ahí dijo que sabe la importancia de lo que su amigo le encomendó y que para él es muy importante cumplir con la promesa de que la voluntad de Fer sea respetada.
Sobre las reticencias de Ingrid por lo que el conductor dispuso en vida como herencia para sus hijos, Rodrigo opinó que confía en que ella administre muy bien lo que Luciano y Paolo recibirán de su papá.
“Yo creo que Ingrid es una gran mamá, creo que fue una gran pareja. Yo, cuando los vi juntos, los vi muy contentos y luego se empezaron a distanciar por broncas personales. Me parecería que la mayor parte de los bienes de Fer se les quedaran a sus hijos, Paolo y Luciano (...) Ingrid es muy buena administrando y es muy buena madre, y proveedora para sus escuelas, talleres, actividades especiales y viajes, creo que sería lo más prudente”, dijo.
Sobre Anna Ferro, viuda de Fer que ha sido muy cuestionada por aceptar la herencia del conductor, aseguró: “Aunque es la viuda, me parece que le debería de tocar algún porcentaje que haya designado Fer para que puedan estar bien ella y Francesca, su hija, que es un amor también. Yo creo que eso sería lo justo”.
Finalmente, sobre si él está dispuesto a mediar en un posible conflicto por lo que Fernando del Solar dejó escrito como su última voluntad, Rodrigo aseguró que él sólo velará porque se cumpla el deseo de su amigo, lo que confirma, como en otras ocasiones, que él confía en que las partes se arreglen de la mejor manera posible.