Isabel II se conmueve hasta las lágrimas en el último adiós a su esposo
Este 29 de marzo se llevó a cabo el servicio religioso en honor del príncipe Felipe de Edimburgo, quien falleció el 9 abril de 2021, poco antes de cumplir 100 años de edad.
La ceremonia se llevó a cabo en la abadía de Westminster y el momento más emotivo, sin duda, lo protagonizó la reina Isabel cuando no pudo evitar que le brotaran las lágrimas mientras sonaba el himno nacional.
A la Abadía de Westminster, la monarca, de 95 años, llegó escoltada por el príncipe Andrés, con quien viajó en el mismo carro desde el castillo de Windsor. Esta celebración es la primera aparición pública de su segundo hijo tras librar la demanda por abusos sexuales interpuesta en su contra por Virginia Giuffre, la mujer que sostiene que abusó sexualmente de ella cuando aún era menor de edad.
La reina y su hijo -quien se dice es su predilecto- llegaron a la abadía por la entrada ubicada en el Rincón de los Poetas, en lugar de usar la puerta principal, para que Isabel II tuviera que caminar menos hasta llegar a su asiento. El resto de miembros de la familia real británica, incluidos el resto de sus hijos y casi todos sus nietos y bisnietos, ya estaban en el interior.
Al igual que la reina, la princesa Beatriz no pudo contener el llanto y tuvo que taparse el rostro por unos instantes.
El color de la ceremonia
Para esta ocasión, la reina Isabel II, su hija Ana y su nuera, la duquesa de Cornwall, vistieron de color verde oscuro, ya que era el color favorito de Felipe de Edimburgo. Además, la soberana llevó como accesorio un broche de oro amarillo con rubíes y diamantes en forma de escarabajo, que fue un regalo personal de su fallecido esposo en 1966.
A pesar de que en su momento se especuló que la reina no asistiría al servicio debido a sus pasados problemas de salud, este mismo martes se confirmó que sí estaría presente para honrar la memoria de su amado esposo, a quien se le rindió homenaje por su vida y la labor humanitaria a lo largo de los años.
Como era de esperarse, los grandes ausentes fueron el príncipe Harry y su esposa Meghan Markle, quienes continúan en Estados Unidos con sus hijos Archie y Lilibet.
Quienes sí estuvieron presentes fueron el príncipe Carlos y su esposa, Camilla, duquesa de Cornwall; el príncipe William, Kate Middleton y los dos hijos mayores de la pareja, los príncipes George y Charlotte.
También asistieron miembros de otras casas reales, como los reyes de España, Felipe VI y Letizia; los reyes de los Países Bajos, Guillermo Alejandro y Máxima; los reyes de Bélgica, Felipe y Matilde, así como el príncipe Alberto de Mónaco, quien asistió en solitario, ya que su esposa, Charlène, se encuentra en recuperación tras varios meses de batallar con problemas de salud.