Enrique Álvarez y la experiencia culinaria que hoy no podría contar

Aunque durante su niñez y juventud siempre estuvo atado a la sombra de su mamá, Enrique Álvarez Félix logró hacerse de un cariño especial y la admiración del público sin problemas, pues jamás ocultó que había heredado hasta el último gramo del carisma de María Félix.

No es raro que habiéndose hecho su propio camino como un gran actor, se le viera poco y en entrevistas muy seleccionadas, una de las últimas fue la que le hizo Cristina Saralegui en el mítico talk show ‘Cristina Show’ en 1994, dos años antes de morir, y donde contó sin tapujos algunas experiencias increíbles al lado de su mamá.

Pero de entre todas esas anécdotas, hay una que sigue causando polémica por el horror que implica y por la ligereza con la que fue contada. Y no es para menos pues la anécdota en cuestión se trata de que su mamá, él y miembros de la producción de una película comieron carne humana.

Desde luego se trató de un acto de canibalismo accidental, pues ni él ni su mamá ni nadie de los involucrados supieron de lo que se trató el banquete de bienvenida que les ofrecieron al ir a grabar por seis semanas a Chauen, Marruecos.

“Se necesitaba un pueblo antiguo, sin modernidades. Y se encontró uno en Chauen, situado dentro de un volcán extinto y un pueblo maravilloso que parece el pueblo de un sueño. Mandaron a mi madre como comisaria para hablar con el jeque del lugar, él quedó maravillado con ella y dijo que sí. Toda la producción llegó y nos dijeron que nos iban a dar una gran comida de bienvenida, pero nos avisaron ‘no pregunten nada; coman, callen y váyanse’”, explicó.

Añadió que el ambiente estaba raro, bonito pero extraño, y todas las personas que iban con el equipo de filmación siguieron las indicaciones por lo que nadie preguntó nada.

“La comida muy abundante, la salsa muy rica pero algo extraño. Yo jamás nunca había sentido una cosa así pero pensé que era el condimento porque las comidas árabes son muy condimentadas generalmente (...)”, narró.

Enrique contó que terminó la cena, filmaron por cinco o seis semanas y nadie preguntó nada hasta que se fueron, y de regreso en el avión de Marruecos a Madrid fue que alguien preguntó qué les habían dado de comer y la persona encargada de la visita a Chauen respondió “carne de niño”.

A la pregunta de ¿a qué sabía?, Álvarez Félix respondió: “ Distinta, rara, ácida pero no mala. Yo pensaba que era por el condimento, pero muy buena. Y es que es la leyenda de que cuando las mujeres se portan mal, bíblicamente el islam es rudo, distinto, diferente con sus mujeres. Entonces cuando las mujeres se portan mal a esas alturas, se les permite que tengan sus niños y se les quitan. Después, el jeque eso lo usa como el gran banquete a sus invitados. Qué horror pero así es”.

“ Es otra cultura”, respondió Cristina para terminar con la explicación de Enrique, quien con esta confesión confirmó lo que su mamá ya antes había contado en una entrevista con Ricardo Rocha, donde detalló que todo ocurrió mientras filmaban la película ‘La corona negra’ (1951), de Luis Saslavsky, con un guion de Jean Cocteau.

En su oportunidad, María dijo que la experiencia le gustó pero remarcó que no sabía, por lo que era “antropófaga pero no voluntariamente”.