Erik Rubin responde a quienes critican sus ‘coqueteos’ con Apio Quijano
En abril de este año, durante la gira de los 90’s Pop Tour en Boca del Río, Veracruz, sucedió un hecho en el escenario que escandalizó a muchos del público, y es que Erik Rubín y Apio Quijano protagonizaron un momento “romántico” en el que jugaron con estar muy cerca el uno del otro, casi a punto de darse un beso.
Pero aunque los rostros de ambos se acercaron mucho, esto no se dio y sólo quedó el momento de la duda para la anécdota. A partir de entonces, muchos criticaron a Rubín, pues consideraron el abrazo como inapropiado y una falta de respeto a su esposa, Andrea Legarreta y sus hijas, Mía y Nina.
Los conciertos han seguido con normalidad y se sabe que el integrante de Kabah y el exTimbiriche tienen una relación de amistad muy estrecha en la que se dan permiso de jugar de ciertos modos, más allá de lo que el público opine o de los chismes de “romance” que les inventen. O por lo menos eso es lo que dejó ver Erik, quien recientemente, después de algunos meses, por fin respondió a quienes critican este tipo de dinámicas en el escenario.
“ Es que es un show, ¿me entiendes?, y así como tengo mi momento en todos mis shows y mi carrera con Paulina, con Sasha, hay un momento con él y es un show. Entiendo que haya gente que lo quiere tomar como lo quiere tomar, a mí realmente me importa un cacahuate, es la realidad”, dijo Erik durante un encuentro con reporteros, donde le cuestionaron sobre ese hecho.
Al preguntarle qué piensa su esposa sobre este tipo de cosas, él fue contundente sobre lo que Andrea Legarreta y él tienen acordado en su matrimonio y manera de educar a sus hijas.
“(Andrea) es una mujer inteligente, a pesar, en buena onda, de sus preguntas enfrente de mis hijas, lo cual pues no está padre, o sea hablando de mi sexualidad… creo que son cosas que se tienen que, que hay líneas. Mis hijas también son niñas bien inteligentes las cuales también lo reciben de muy buena forma, es eso, es lo que ven”, afirmó.
El cantante dijo de manera irónica que quien quiera inventar que lo haga, pues finalmente sólo él, su pareja, amigos y familiares saben cómo llevan sus relaciones y hay cosas que son normales y no hay por qué escandalizarse, pues además están acostumbrados a los chismes, y que por su parte él dirá a todo que sí.
Finalmente, dejó ver que en su entorno no hay cosas por las cuales hacer escándalo, por lo que deja esta anécdota como una más en su carrera: “¿Y desde cuándo tanto drama? Ay, están todos espantados, espantadísimos (...) ¿Neta? Bueno, entiendo, a lo mejor si ustedes son así, se respeta, pero sí hay gente también libre de mente, y no por eso tenemos una relación porque te canto aquí o tenemos algo que ver”, terminó.