Como bien dice la revista Vogue: María Félix no se tomaba la moda a la ligera. Tan es así que ni en los momentos agridulces perdonaba unos buenos tacones y ropa nueva, una de sus frases célebres lo comprueba: “ A un hombre hay que llorarle tres días… y al cuarto, te pones tacones y ropa nueva”.
Una predicción de moda reveló cuál sería el bolso favorito de María Félix esta temporada
Basados en sus gustos y el estilo que la caracterizaba, la revista Vogue no dejó duda de lo que compraría la diva de México

Y así fue toda su vida: tacones, ropa nueva y los mejores accesorios. Porque si hay una mexicana que sigue siendo ícono mundial de la moda, esa sin duda es María Félix.

Elegancia, porte, feminidad, audacia y autenticidad son algunos de los atributos que la hacían la figura ideal para seguir, porque imponía estilos y tendencias. Y es que la sonorense hacía voltear hasta al menos familiarizado con la sofisticación de un vestido de alta costura.
Bajo esa lógica, no es raro que la misma revista mítica haya usado todo su registro para deducir la línea de los gustos de ‘La Doña’, de quien se reconoce una estética muy particular en vestidos, joyas y accesorios. Y por ello haya determinado que la bolsa que María Félix usaría esta temporada del 2020 es la Miu Belle de la marca italiana Miu Miu.
No es descabellado afirmarlo, pues esta colección de Miu Miu está inspirada en esas generaciones de mujeres de hace medio siglo que buscaban que sus bolsos guardaran secretos a la vez que exclusividad.
Vogue lo resume así: “La bolsa Miu Belle es un complemento que a simple vista recuerda esas bolsas llevadas en la mano por nuestras abuelas, que sintetizan feminidad, sofisticación y exclusividad en un solo objeto. Estas cualidades no le son ajenas a María Félix, quien fue una acérrima consumidora del lujo en prendas y objetos personales”.
Y es que cabe recordar que María tenía una fascinación particular por portar lo estrafalario sobre ella, pero guardaba perfectamente las proporciones de las cosas cuando de bolsas se trataba, pues ahí le gustaba hacer alarde de lo clásico con tamaños comedidos y las asas cortas.
No cabe duda de que el estilismo de la doña se sigue celebrando casi un siglo después, porque algo es claro: el buen gusto nunca pasa de moda.