Cansadas por la indiferencia por parte de las autoridades responsables, miles de mamás de personas desaparecidas tomaron las calles el 10 de mayo para exigir justicia en nombre de sus hijos e hijas.
Madres mexicanas marchan en su día para exigir justicia por sus hijos desaparecidos
Miles de mamás marchan en México el 10 de mayo para crear consciencia y exigir justicia por sus hijas e hijos desaparecidos
Dejando de lado las celebraciones por el Día de las Madres, las mujeres salieron a las calles en diversos estados de la República para marchar en respuesta a la convocatoria de El Día Después y el Movimiento por Nuestros Desaparecidos en México.
Las imágenes de niños, jóvenes y adultos que son buscados incansablemente por sus progenitoras abarrotaron el Monumento a la Madre en la Ciudad de México, que fue el punto de encuentro para la movilización en la capital.
“Ganaremos esta lucha, cueste lo que cueste”, fue una de las exclamaciones de los marchantes, entre los que se encontraban miembros de colectivos cuya misión es brindar apoyo a las familias de desaparecidos y trabajar en conjunto para suplir sus necesidades emocionales, económicas y legales.
Verdad y justicia, la creación de un mecanismo extraordinario internacional sobre identificación, además de la participación de las familias en las comisiones locales de búsqueda y las fiscalías especializadas fueron algunas de las exigencias expuestas por las mujeres en la movilización.
Además de solidarizarse para marchar junto con las madres que tomaron las calles aún en su día, los ciudadanos también expresaron en las redes su indignación por la gran cantidad de casos sin resolver en el País.
De acuerdo a la asociación El Día Después, que tiene entre sus fundadores al actor Diego Luna, en México hay más de 40 mil personas desaparecidas, esto sin contar los casos de migrantes, ya que la mayoría de sus desapariciones no son reportados oficialmente a las autoridades.
Por ello, y hasta que se alcance justicia para sus desaparecidos, estas mamás continuarán alzando la voz y afirmando que no hay nada qué celebrar.