null: nullpx
realeza

Ellas son las mujeres latinas que forman parte de la realeza europea

Algunas no sólo conquistaron un príncipe, consiguieron el respeto de su pueblo.
Publicado 24 Feb 2022 – 07:36 PM ESTActualizado 24 Feb 2022 – 07:36 PM EST
Comparte
Default image alt

Todavía a finales del siglo pasado había grandes prejuicios dentro y sobre la monarquía europea. Uno de los ejemplos más claros era el hecho imposible de que los miembros de la realeza mantuvieran relaciones formales con plebeyos y plebeyas.

Pero como todo, las cosas cambian y hoy existe una nutrida lista de excepciones amorosas a lo largo y ancho de toda Europa. Sobre todo de una condición atípica en particular: las mujeres latinas en la realeza.

Y es que sí, fuera de la monarquía británica y de los escándalos recientes sobre temas raciales que surgieron a partir del matrimonio entre el príncipe Harry y Meghan Markle, existen otras figuras femeninas que han impactado en la diversidad étnica y racial en varias familias reales.

Quizá una de las más conocidas en todo el mundo sea Máxima de Holanda, una mujer nacida en Buenos Aires, Argentina, quien a pesar de tener una posición cómoda en términos familiares, no era una gran heredera o tenía posibilidad de algún título nobiliario. Pero su paso por grandes compañías internacionales le dio el empujón para salir del sur de América, viajar y conocer ahí a su príncipe azul: Guillermo Alejandro de los Países Bajos, de quien se enamoró en la Feria de Sevilla después de criticarlo por su manera de bailar.

Aunque hoy es una pareja que se mantiene en firme, vale la pena recordar que la suya no fue una historia fácil y que después de un montón de intrigas familiares, Máxima y Guillermo lograron casarse con la condición de que ella se declarara casi huérfana y sus padres no estuvieran en la ceremonia.

Desde el anuncio de su compromiso, Máxima logró una gran simpatía del pueblo holandés porque ella se mostraba como una mujer cálida e inteligente, absolutamente conveniente dentro de la familia real.

María Teresa de Luxemburgo es otra de las más conocidas. La duquesa es originaria de La Habana, Cuba, y conoció a Enrique de Luxemburgo en la Universidad de Ginebra, mientras estudiaba Ciencias Políticas.

Su entrada a la realeza tampoco fue suave, le llamaban despectivamente ‘la criolla’ y su matrimonio tuvo que celebrarse en Notre Dame, en París, ante la negativa de la familia real a este compromiso.

Por muchos años, gracias a su imagen espontánea y fuerte, y a que se dijo comprometida con grandes causas sociales como la erradicación de la violencia sexual, ganó la simpatía de muchos. Pero en los últimos años ha sido acusada de autoritaria y déspota. Incluso en años recientes fue señalada por el primer ministro de Luxemburgo, Xavier Bettel, de causar un ambiente de terror entre sus empleados que dan servicio a la Casa Real.

María Margarita Vargas Santaella, también conocida como duquesa de Anjou, es la venezolana que se convirtió en duquesa de Borbón al contraer matrimonio con Luis Alfonso Borbón en 2004. Y ya que él puede ascender al trono de Francia, ella podría convertirse en reina.

A diferencia de las anteriores, parece que el destino de Margarita no podía ser distinto al de una princesa, pues su familia es una de las más ricas de Venezuela, su padre es propietario del sexto banco más grande de dicho país y de otras entidades bancarias en Panamá y República Dominicana, así como de petroleras y medios de comunicación.

Y tal parece que los miembros de la monarquía tienen gusto por las venezolanas, pues Tatiana Blatnik, mejor conocida como Tatiana de Grecia y Dinamarca, también es de dicho país, originaria de Caracas.

Pero a diferencia de Margarita de Anjou, Tatiana sí tiene una abuela condesa, la condesa de Ellinka von Einsiede, y su familia tiene lazos con la familia real de Dinamarca.


La princesa Tatiana no tiene una historia difícil en su ascenso con los títulos nobiliarios, sin embargo su vida privada, sobre todo en su infancia está marcada por el suicidio de su padre, Ladislav Vladimir Blatnik, quien tras ser acusado de corrupción padeció una fuerte depresión que lo orilló a quitarse la vida cuando Tatiana tenía sólo 8 años.

La princesa mantiene una gran simpatía entre la gente de su entorno gracias a su labor filantrópica.

La peruana Alessandra de Osma contrajo matrimonio con el príncipe alemán Christian de Hannover en 2018. A mitad de 2020 anunciaron que estaban esperando a sus hijos, Nicolás y Sofía.

Se sabe que el flechazo entre la pareja se dio en 2005, cuando ambos eran muy jóvenes y ella trabajó como su guía de turistas en Perú. Pero no fue hasta 2011 que comenzaron a salir y el noviazgo se hizo formal pronto hasta su compromiso en 2017. La boda, sólo un año después del compromiso fue primero sólo un matrimonio civil en Londres. Después vino la boda católica en Lima, donde Alessandra se puso la tiara Hannover que antes usó Carolina de Mónaco.

Como se intuye, el papel que Alessandra y Christian desempeñan dentro de la monarquía es de bajo perfil, así que han podido vivir su relación amorosa sin sobresaltos, e incluso hacer que sus hijos sean ciudadanos españoles y todos vivan cómodamente en Madrid.

Una de las más recientes adhesiones a la realeza europea fue Tatiana Santo Domingo, quien contrajo matrimonio con príncipe Andrea Casiraghi, el primogénito de la princesa Carolina de Mónaco, consorte de Hannover.

Aunque Tatiana nació en Nueva York, su sangre es latina pues su padre es colombiano y su madre brasileña. Su paso a la monarquía europea no fue difícil puesto que su papá es aristócrata y ella prácticamente creció en Suiza, donde se hizo mejor amiga de Carlota Casiraghi.

Pero aunque tiene sangre latina, valdría decir que Tatiana no se identifica como tal y ni siquiera habla español, a pesar de ser políglota. Es historiadora del arte y una apasionada de la moda y los viajes, lo que le hace mantener con soltura un negocio de ropa étnica que practica y promueve el comercio justo.


Comparte
RELACIONADOS:realezareina