Aunque no tuvimos presente el uso masivo de alcohol en gel hasta aquella crisis sanitaria mundial de Influenza (AH1N1) en 2009, valdría decir que es un invento que ha estado en las calles por poco más de 50 años.
Ella es Lupe Hernández, la mujer que inventó el gel antibacterial
En 1966, esta mujer se las ingenió para desinfectar las manos de personas en lugares sin acceso a agua y jabón

Ahora, a raíz de la pandemia de coronavirus en el mundo, su utilidad ha hecho que más de uno se pregunte (y bendiga a) quién lo inventó. La respuesta, según un artículo publicado por el periódico The Guardian en mayo del 2012, todo se lo debemos a Lupe Hernández, una estudiante de enfermería que en 1966 tuvo la idea.
La historia es concreta: Lupe estudiaba enfermería en Bakersfield, California, y se dio cuenta de que el alcohol en gel podía desinfectar las manos en situaciones en las que no hubiera acceso a agua y jabón. Segura de que su idea sería un éxito, registró la patente.
Según el mismo artículo del diario inglés, Lupe pensó en el gel en medio de una lluvia de ideas sobre las formas de limpiar fácilmente sin la necesidad de un fregadero, jabón o agua. Así se decidió por el alcohol viscoso para frotar, que limpia evaporando las bacterias.
Lupe no estaba equivocada, pues tan sólo en la crisis del coronavirus, la demanda del desinfectante en gel aumentó 400%, la mayoría de los países se ha quedado en desabasto, y las grandes empresas que lo fabrican decidieron duplicar su producción.
Así, más de 50 años después, muchos agradecen el invento de esta joven mujer de la que no se ha escrito mucho y cuya única referencia está contenida en The Growth and Development of Nurse Leaders, Second Edition, que se publicó el año pasado.
No conocemos su cara, pero sí su ingenio, y esa herencia ha salvado vidas; porque no importa el precio o la presentación, si tiene brillitos y aroma o es simple y transparente, sin duda ha sido un gran invento. ¡Gracias Lupe!