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Mauricio Garza

A 25 años de 'Friends' aún nos preguntamos: ¿Rachel debió quedarse con Ross o con Joey?

¿Joey Tribbiani pudo ser el Anti-Ross de Rachel? Sólo un verdadero fan podría decidir en este debate
Publicado 22 Sep 2019 – 06:49 PM EDTActualizado 22 Sep 2019 – 07:05 PM EDT
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Se cumplen 25 años desde que se estrenó la serie más popular y relevante de Warner Channel, y a pesar de que Friends (1994) cuenta con seis personajes centrales durante sus 10 temporadas, existe uno que fácilmente podría llevarse el papel como protagonista del show y esa es Rachel Green (Jennifer Aniston).

Su transformación de niña consentida a madre trabajadora y apasionada por su trabajo fue uno de los arcos principales de la trama, misma evolución por la que el programa piloto y el episodio final de Friends (1994) son el contraste perfecto.


Mientras en el primer capítulo Rachel escapa de su boda y aparece en un café donde Ross Geller (David Schwimmer) lamenta su reciente divorcio, en el final de la serie ella se baja de un avión y rechaza el trabajo perfecto para regresar con Ross, quien no sólo es “el amor de su vida”, sino su verdadera familia.

Sin embargo, aunque la relación entre ella y Ross logró mantener pendiente al público durante más de 10 años y terminara de una forma romántica y emocionante, el amor entre ambos personajes no ha envejecido del todo bien, y encontrar las fallas en sus dinámicas afectivas hoy en día es bastante sencillo; si volvieras a ver la serie completa, ¿pensarías que Rachel debió quedarse con Ross?

Aunque la duda sobre si Ross y Rachel terminarían algún día juntos fue un elemento presente a lo largo del show, hubo un romance que hasta el momento deja muchas dudas sobre el final que merecía Rachel y es el que hubo entre ella y Joey Tribbiani (Matt LeBlanc).


Es complicado decidir qué “amigo” de Rachel pudo ser el mejor partido y con quien debía terminar al final, ya que dichos romances no emergen en el mismo periodo de tiempo, por lo que Rachel tampoco reacciona a su amorío con Joey de la misma forma que lo hizo cuando comenzó a salir con Ross.

A pesar de que la personalidad de Ross suele ser tierna y romántica, su necesidad de idealizar el amor y tener el control en sus relaciones lo hace equivocarse más de una vez durante su “ir y venir” con Rachel.

Una de las primeras veces en las que él la lastima es cuando, al estar confundido entre sí debería intentarlo son Julie o seguir aferrándose a su crush con Rachel, crea dos listas en las que escribe “los defectos” de ambas chicas para luego ponerlos en una balanza.

Rachel termina por leer que entre sus defectos esta “ser consentida, boba, preocuparse demasiado por su apariencia y ser tan sólo una mesera”, y aunque en el momento pensáramos que aquella pelea por la lista es un malentendido que podría solucionarse rápidamente, el show demuestra que para Rachel leer eso significa mucho más.


Si viéramos Friends (1994) desde la perspectiva de que Rachel es la protagonista del programa, descubriríamos que la serie es un coming of age y la aventura de una mujer que en la mitad de sus 20s abandona todo lo que conocía por llegar una gran ciudad, trabajar duro, hacerse de un nombre y una carrera, e incluso convertirse en una increíble madre.

Rachel Green se toma muy en serio esta lista de “desventajas” en contra de July, porque para ella es muy importante demostrar que puede ser algo más que la imagen de niña rica y consentida que todos tienen sobre ella, sobre todo cuando se trata de sus amigos y la nueva familia que encontró en ellos.

Esto es tan solo uno de los muchos obstáculos que seguirá atravesando en su intento por estar bien con Ross, ya que, para él, ella sigue siendo la chica popular de la preparatoria de la que estuvo enamorado.

Ross constantemente es posesivo, celoso y controlador con Rachel, y parte de esto se debe a esa imagen con la que la idealizó, como una criatura hermosa y frágil, pero de vez en cuando boba e ingenua, sin embargo, algo que no puede controlar es que ella continúa creciendo y mejorándose a sí misma, por lo que no es hasta las temporadas finales que él reconoce que Rachel era más que la chica inalcanzable de la preparatoria.


Por otro lado, cuando Joey se da cuenta de su amor por ella pareciera que va convertirse en el anti-Ross de Rachel, que no sólo la admira y respeta, sino que intenta cambiar y mejorarse a sí mismo y merecer su amor; un ejemplo de esto, es cuando intenta cambiar de hábitos en el apartamento, sólo para demostrar que su casa puede ser un buen lugar para cuando ella dé a luz y pueda vivir ahí la bebé que Rachel espera.

Sin embargo, por mucho que algunos fans quisiéramos que él y Rachel terminen juntos, esto jamás podría ser posible ya que Joey nunca fue diseñado para una relación larga y duradera.

El destino de Joey es tan inspirador como trágico, ya que, aunque se presenta como un casanova empedernido, lo que su personaje conoce como amor jamás termina de una forma romántica, sin embargo, él representa el corazón de Friends (1994) al volverse un “cupido” por accidente, al ser responsable de que sus amigos encuentren el verdadero amor, aunque él jamás termina por experimentarlo.

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Debido a que Joey no estaba en la habitación de Londres cuando Mónica está dispuesta a meterse a la cama con él, Chandler y Mónica terminan durmiendo juntos y teniendo una relación; en otro episodio, Joey es quien presenta a Mike con Phoebe, quienes después se casarían y sería él quien oficiaría su boda.

Incluso cuando tiene su aventura con Rachel y luego es descubierto por Ross, aquel triángulo amoroso termina haciendo que Ross se dé cuenta de que olvidar a Rachel aún no es una prueba superada, por lo que su amor por ambos amigos lo orilla a quitarse del camino entre su relación, muy a pesar de lo tormentosa y patológica que en ocasiones pudo ser en el pasado.

De los seis amigos, Joey es quien menos experimenta sentimientos como ansiedad, preocupación sobre presiones sociales o baja autoestima, y esto sucede porque a él sólo le importan las cosas que ve significantes en la vida, como su relación con sus amigos y asegurarse de que todos sean felices; la amistad es todo el amor que conoce y eso más que suficiente para Joey.

Quizá Rachel + Ross no sea la relación la relación perfecta, e incluso su final pareciera decepcionante para algunos, quienes no aprueban que ella eligiera el amor sobre su carrera, sin embargo, a veces ignoramos ese factor que mantuvo viva y creíble a esa dinámica de “ir y venir” entre ambos: la amistad que hubo antes, durante y después de su noviazgo.


Friends (1994) será por siempre esa historia que enseñó a más de una generación que a pesar de que los dramas románticos, casarse, tener hijos o crear una carrera, pueden parecer lo más importante durante los vientitantos, diez años más tarde haber cuidado de las verdaderas amistades es lo más valioso que un joven adulto se puede llevar en la vida.

Al final, Ross y Rachel terminan juntos no sólo porque el destino desde el primer capítulo así lo había dictado, sino porque demuestran sus errores y fallas fueron parte dentro de la evolución en su amor.

Por otro lado, Joey y Rachel entienden que lo suyo jamás pudo ser, porque a Joey le importa mucho más el amor que siente por sus amigos y esto queda plasmado cuando Rachel le dice a Joey, “¿cómo es que Chandler y Mónica sí pudieron estar juntos, sin importares arruinar su amistad?”, mientras él le responde, “supongo que ellos no eran tan buenos amigos como tú y yo lo somos”.


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