¿Los años matan el deseo? El mito sobre la sexualidad en la vejez

La nueva película de Sylvia Pasquel, ‘El diablo entre las piernas’, pone sobre la mesa la vida sexual en las parejas adultas

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Por:
Karina Espinoza.

En el Festival de cine de Morelia de 2019 se exhibió por primera vez ‘El diablo entre las piernas’. Sin embargo, la película de Arturo Ripstein se estrenará apenas este 6 de mayo en las salas de cine comercial como consecuencia de la pandemia por covid-19.

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Arturo Ripstein es uno de los directores pilares del cine mexicano contemporáneo. Comenzó su carrera a mediados de los años sesenta del siglo pasado y durante todo este tiempo ha forjado grandes clásicos del llamado cine de autor como ‘El castillo de la pureza’ y ‘El lugar sin límites’, obras maestras no sólo de la técnica cinematográfica sino ensayos magistrales sobre temas tabú como la sociedad reprimida, la sexualidad cruda, el incesto y la diversidad sexual desde perspectivas distintas a las dominantes.

Al parecer, ‘El diablo entre las piernas’, película que protagonizan Sylvia Pasquel, Alejandro Suárez y Patricia Reyes Spíndola, no es la excepción a esta construcción de historias poco convencionales y ahora pone sobre la mesa un tema poco explorado: la sexualidad en la vejez.

No es que el tema nunca se haya tocado en el cine nacional, ahí están las crudas imágenes de ‘Japón’, película de Carlos Reygadas, que en 2002 dejó sin respirar a más de uno al presentar en la pantalla una larga escena donde un adulto solitario mantiene relaciones sexuales con una mujer de la tercera edad.

Y también hay varios ejemplos en el cine internacional, ahí está con 'Wolke 9' de Andreas Dresen y hasta el documental 'XConfessions' de Erika Lust, quien ha dedicado su carrera fílmica al cine para adultos desde cuerpos y posturas distintas al porno convencional.

Pero, ¿es común que los adultos mayores tengan una vida sexual muy activa o esta se vea representada con naturalidad en distintos medios? ¿No nos han hecho pensar que el buen sexo se experimenta sólo si se tiene juventud y buen cuerpo?


“¡Dale gracias al cielo de que tienes una vieja jariosa!”, se oye decir a Pasquel en el tráiler de la película y con eso rompe el hielo de las preguntas al aire.

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Y es que según un ensayo de la geriatra Adela Herrera P, en la revista chilena de obstetricia y ginecología, los asuntos sexuales en la vejez tienen sus propias definiciones y fundamentos.

' Sexualidad en la vejez: ¿Mito o realidad?', pregunta y responde: “Todos los prejuicios sociales castigan al anciano, privándolo de su derecho a mantener su actividad sexual satisfactoria. Esto, sumado a los cambios producidos por el envejecimiento en la sexualidad y a la dificultad o falta de interés por estudiarla, nos lleva a una gran ignorancia en el tema, hacen que parezca hasta "improcedente" plantear siquiera la posibilidad que los adultos mayores vivan su propia vida sexuada. La gran mayoría de la sociedad e incluso gran parte de los profesionales sanitarios parecen pensar que el anciano es un "ser asexuado".

Herrera explica los cambios físicos que se tienen que vencer con los años. En el ámbito físico los hombres tienen erecciones más lentas y menos completas, mientras las mujeres pierden lubricación vaginal y deseo. Además de que hay factores hormonales donde la testosterona juega en contra de ambos sexos.

Por otro lado, los comportamientos sexuales cambian y los órganos sexuales exigen una adaptación de comportamientos distintos con sus nuevas funciones, pero como es un tema poco hablado, la ansiedad y la frustración al respecto crean malas experiencias.

Entonces, ¿la vejez te condena a nunca más disfrutar del sexo?

Herrera afirma que no. “La persona que mantenga una percepción positiva de su cuerpo y de su pareja mantendrá relaciones sexuales satisfactorias. La sociedad, en general, cree que las ancianas son las que pierden más pronto su atractivo sexual, posiblemente debido a que se produce una pérdida más precoz de la capacidad de procreación en relación con el hombre”.

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Pero aclara que esto es porque “en un mundo donde se privilegia a la juventud y la productividad no es difícil que exista miedo a "llegar a ser viejas", ya que, poco a poco, se les considera inútiles o "ya no útiles", un hecho que el climaterio anticipa por la carga cultural de perfección y jovialidad que tiene el cuerpo femenino y que en el hombre sucede dos décadas después, cuando comienza a perder prestigio.

Para finalizar, Herrera afirma que es un mito que se pierde el apetito sexual. Lo único que se ha probado es que la duración de los orgasmos en la mujer de entre 50 y 70 años disminuye hasta el punto en que deja de tener importancia.

Por otro lado, los hombres tardar más en renunciar a su vida sexual, sobre todo cuando son cobijados por la medicina con el viagra u otros medicamentos que les ayuda con las erecciones, más bien en su caso es un proceso dificultades para acceder a la intimidad y condiciones de salud específicas como la hipertensión, problemas cardiovasculares o urológicas, por lo que no es raro que los hombres expresen hipersexualidad hasta el último de sus días.

La disfunción sexual existe, es un problema real y generalizado en ambos sexos a cierta edad, pero también es cierto que todos los campos médicos cada vez se abren con más frecuencia a desentramar y hacer más placentera la última etapa de la vida.


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